Me remuevo en mi cama con un ligero dolor de cabeza, un poco de luz se adentra por la ventana dejándome ver con claridad a mi alrededor, me toco mi frente mientras trato de reincorporarme, el cuerpo me duele al igual que mi entrepierna. Ray sigue dormido, está desnudo y su pierna descansa sobre la mía. Toco mis labios aun hinchados por la travesía de la noche, suspiro y veo el techo mientras dejo que me invadan todos los recuerdos. Su pequeña declaración termino con ambos en mi cama, todavía siento la forma en que sus manos recorrían mi cuerpo mientras me sacaba el vestido, sus labios bajando de mi boca hasta mi cuello lentamente. Aún lo siento en mis senos chupando y lamiendo con una lentitud desgarradora que me hacía erizar la piel. La forma en que su boca bajo por mi vientre besándome