Prólogo

778 Words
Cuando tenía tres años quería ser actriz de cine y participar en las películas de Disney, para esa altura creía que todos esos personajes eran reales y que los ponían así para hacerlos más agradables para nosotros Con el tiempo las ganas de ser actriz se esfumaron, creo que la principal causa fue darme cuenta que sufro de pánico escénico. Todavía recuerdo aquel día, era un acto escolar, yo era uno de los personajes principales, todo iba super bien hasta que salí a escena y quedé petrificada delante de todos, fue el principio y el fin de mi profesión futura. A los seis años, luego de muchas clases de piano, baile y canto, tome la decisión de ser bailarina exótica. Sí, lo que dije, bailarina exótica, cuando le comenté a mis padres la importante decisión que había tomado, casi sufro de una muerte prematura. Verán todo sucedió en un desayuno, era sábado y estamos todos en casa, mi hermano mayor Eliot, mi mamá Teresa y mi papá Tom. Ese día comíamos panqueques y estábamos felices, mi mamá sostenía su gran taza blanca entre las manos, mientras hablaban con mi papá de las reformas de la casa. Todo estaba perfecto hasta que abrí la boca. -          Mamá, papá, ya sé que quiero ser cuando sea grande. -          ¿Qué es lo que quieres ser? – mi padre me mira curioso y mi mamá me sonríe. -          Bailarina exótica – mi cara era toda sonrisa.   Según yo, no había nada malo en todo eso, lo que no esperaba eran las reacciones de ellos. Mi papá escupió todo el café en el desayunador, mi madre dejo caer su taza al piso y mi hermano comenzó a reír a carcajadas. -          ¿Querrás decir bailarina de ballet? – el tono de mi madre era de histeria pura. -          No mamá, exótica. Explícale papá. -          ¿Qué me tienes que explicar Tom? – su cara era roja de furia. -          Yo no tengo idea de que habla cariño. -          Pero papá los otros días hablabas con el tío Oliver sobre las bailarinas exóticas que fueron a ver el sábado. Dijiste que eran las mejores bailarinas del mundo – trate de recordarle la situación. Lo siguiente juro que no lo vi venir, mi madre gritaba palabrotas y lo maldecía de mil formas mientras mí padre corría por la casa huyendo de ella. Mi hermano ya no se reía y yo no veía nada malo en lo que dije. Después de eso, mi mamá me hizo prometerle que nunca trabajaría de eso, la explicación en su momento fue que no era un trabajo para alguien como yo, porque era alérgica a los materiales que usaban. Más de grande descubrí que era bailar en un caño con poca ropa. Luego por supuesto seguí consiguiendo profesiones, domadora de leones, astronauta, veterinaria, abogada y así. Creo que hasta soñé con ser jugadora de futbol profesional.   Por otro lado, mis padres se separaron, aquel pequeño comentario de la bailarina hizo que mi madre comenzara a dudar de él y bueno con el tiempo descubrió que la engañaba con varias mujeres. Fue el día más triste de nuestra vida, papá con las maletas despidiéndose de nosotros y yo rogando que me perdonara, durante mucho tiempo cargue con la culpa de su divorcio.   Después de eso con Eliot nos volvimos inseparables, si bien nos llevábamos diez años de diferencia, él era mi confidente y yo era la suya. Se entero de mi primer beso, le consulte sobre sexo, me llevo al ginecólogo y agarro a piñas al chico que me quito la virginidad y luego me dejo. Alegando que eso no es de caballeros, desde ahí, intimida a cada hombre que se me acerca. Yo por mi parte he detestado a cada novia que ha traído a excepción de una, con la que no duro mucho, pero nunca me dijo el por qué.   Todo esto paso desde que tenía tres años hasta ahora, obviamente hay millones de cosas más que me he olvidado de contarles. Como el día que me gradué de la universidad de medicina. Fue un gran día, mi familia estuvo ahí, mis amigos estuvieron ahí, incluso mi peor es nada estuvo ahí, su nombre era Jeremy, perdón, su nombre es Jeremy, no está muerto, aunque ya no estamos juntos, no era mal chico, pero besaba horrible. Pero como les dije me recibí de médica, el mejor promedio de la clase, resulta que entre tantas cosas que me gustaban descubrí que lo que más amaba era la medicina, ayudar a otros, la adrenalina, el quirófano. Todavía no decido que especialidad quiero seguir, pero vamos, solo es mi segundo año.
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