Día tres Eran las dos de la mañana cuando me fui a dormir un rato para así poder terminar mi turno y volver a casa, para ellos tuve que pedirle a Madison o Katy que vinieran a dormir conmigo. Con lo que no contaba era que ninguna de las dos podía y terminé en el cuarto sola hasta que Ray apareció, quise echarlo, pero la verdad era que no quería ser encerrada otra vez. - Se que no me quieres aquí contigo – se apoyó en la puerta – Pero no me has dado ni el beneficio de la duda – no digo nada solo lo miro – Quiero que hablemos, pero no aquí, no con toda esta gente. - Está bien – me acosté en la cama y me di media vuelta, suelta un suspiro frustrado. Escuche como dio media vuelta a