Elliot Pov:
Habían matado al ave de Emille.
Habían matado a Kantaro.
Todo aquello me daba náuseas, quería vomitar, llorar y esconderme. Toda la jaula estaba llena de sangre con el ave dentro toda despedazada, habían arrancado sus alas y las habían tirado al suelo y había plumas ensangrentadas por todo el lugar. Yo era un niño y esa imagen me dio náuseas y causó en mí una marca imborrable en mi mente.
Mamá de inmediato empezó a interrogar al servicio para saber quién había hecho eso, pues quién lo haya hecho, era un asesino despiadado que era capaz de matar y eso nos ponía en peligro a todos. Mi mamá solo me abrazó, intentando tranquilizarme, pero yo estaba terriblemente mal.
“¿Qué monstruo hizo eso?” Era lo que yo me preguntaba, pues era algo que solo un monstruo podía hacer. Mi mamá
