Narrador Omnisciente: El sol se encontraba brillando con extrema fuerza en aquel cielo tan azul como el océano que lo acompañaba, mientras el viento marino refrescaba a las personas que pululaban en aquella zona. “Una magnífica vista” pensó cierto hombre de ojos tan azules como el cristal, mientras su mirada se perdía en la inmensidad a la cual estaban expuestos sus ojos; sin percatarse que, detrás de él, alguien se acercaba sigiloso con cierto aire arrogante. —Vaya, vaya…— se oyó en toda la estancia una voz sarcástica y burlona con ganas de molestar—Mi querido hermano mayor no se despega del teléfono desde que llegamos— Elliot apretó sus labios y se contuvo ignorando por completo a su hermano a sus espaldas, pero éste continuó insistiendo en molestarlo—¿Es una persona muy importante co