Manuel Después de cerrar la biblioteca los cuatro salimos de la escuela y me sorprendió que ambos vinieran en un sólo auto, es como si se hubiesen puesto de acuerdo para atraparnos en esa situación, aunque seguro más al rato mi padre me diría la verdadera razón. Me siento nervioso, sumamente nervioso, y no sé porqué, sé que no hice nada malo pero tampoco no era en un momento que yo quería que nos descubrieran, es como si nuestros nombres juntos fueran sinónimo de problemas y nuestros padres estuviesen muy atentos a eso. —Iremos a cenar al centro comercial.— Anuncia el papá de Ainhoa. —¿Al centro comercial? — Pregunta ella. —Sí, suban. Ambos entramos en la camioneta y sin decir más palabras, nos dirigimos al restaurante donde creo nos darán el regaño de nuestras vidas, lo que no e