Damián de verdad cree que me voy a comer el cuento de que es casualidad, que justo en esta empresa con mi odiosa, él decide hacer publicidad.
Odio cuando Andrés tiene razón en las cosas.
- ¡Estoy que me lleva el diablo!
- Hola, bombón — me dice una chica cuando me tropiezo con ella.
- Hola, guapa. ¿Viste por dónde se fueron unos hombres con trajes, piel blanca y el otro trigueño, no tan simpáticos como yo? — se ríe.
- No, pero me imagino que viene a la reunión, así que el salón es el que está al fondo; de todas maneras, pregúntele a la chica que está allá — me señala a una joven de pelo largo, n***o, piel blanca, ojos cafés.
- Bien, pero se ve un poco atareada.
- Donna es así, pero con la jefa que tiene nadie la culpa.
- Gracias por tu amabilidad, guapa.
Me acerco a Donna y al esc
