En la noche apareció, fue en el parque que quedaba cerca de su comunidad resollando se manifestó entre la espesa maleza de una sección arbolada, se sujetó del tronco de un árbol y antes de darse cuenta ya se encontraba caminado en el suelo cubierto de hojas inertes y piedras filosas, gruñía cada vez que pisaba algo que le lastimaba la planta de los pies, pero sabía que esos quejidos no costaban tanto como el abandono y traición que les mostró a los gemelos. La Bestia murmuraba en sus pensamientos se adentraba poco a poco en sus recuerdos y estaba a punto de controlar casi por completo su cuerpo. «Detente» Dijo Bestia. —¿Por qué?— Confundida. Se detuvo a punto de cruzar la calle hacia su casa y miro un automóvil policial pasar, bajo la mirada en forma de agradecimiento para el monstruo,