Tierra, Vía láctea.
Herrie salió de casa de los Milton luego de tomarse un café y contar sus malas noticias, entro a la casa por la puerta trasera y le grito a Valery porque no había luces encendidas, camino por la cocina y miro las gavetas abiertas y extrañada llamo nuevamente a su hija , pero ella no atendió, Herrie subió las escaleras tras dejar su cartera sobre la mesa y miro en el pasillo unos pasos marcados en la alfombras como quemaduras, abrumada miro la puerta entre abierta de Valery con la cerradura rota y la sangre justamente frente a la orilla de su cama, la mujer tomo aire y en un arrebato de nervios se lanzó de rodillas en el suelo y se puso a llorar, saco de su bolsillo trasero el celular y le marco a la línea de emergencias, la operadora envió ayuda casi de inmediato y la mujer bajo las escaleras en cuanto oyó las sirenas de las patrullas, abrió la puerta delantera rápidamente y miro aun oficial con la mano arriba apunto de tocar la puerta.
—¡Mi hija...alguien la rapto!— Alterada apenas y lograba conjugar las palabras.
El oficial de aspecto afroamericano la calmo.
—Tranquila señora, encontraremos a su hija, pero necesitamos saber el orden de los hechos—La tomo por los hombros y la dirigió afuera de la casa—¿Dígame qué sucedió?
—Quiero hablar con un detective primero—Insto.
El oficial miro a su compañero y este hizo lo mismo, en cuanto a la casa un grupo forense ya estaba analizando la escena del crimen. El detective a cargo del caso era Howl Reeves quien no acostumbraba a interrogar a los testigos hasta que un oficial los calmara, pero se vio obligado hacer una excepción con Herrie Eldestein, se presentó ante la mujer blanca y la interrogo con cierto interés puesto que la puerta de su casa no parecía haber sido forzada y la mujer estaba más pálida de lo que debía de estar.
—¿Sra. Eldestein como sucedió?— Afable.
—Yo estaba con los vecinos...—Se tocaba las sienes cuando fue interrumpida.
—Desde el principio, para ser más específico ¿Dígame cuando fueron sus últimos momentos juntas? —Aclaro.
—Salimos del hospital, yo iba conduciendo y ella se estaba durmiendo en el asiento de camino a casa, no note nada raro ni que nos siguieran y apenas estacione el auto ella ...ella salió corriendo—Allí titubeó pues si había algo raro—Entro de golpe a la casa y yo pensé que estaba molesta o confundida por la noticia que no espera para decirle—Sollozo.
—¿Qué noticia?—La interrogo.
—La de que su padre fue internado en un hospital psiquiátrico—Le grito al detective—Yo no la vi más porque fui a donde los Milton para darles las noticias , entonces no escuche nada y estábamos en el patio trasero, no lo entiendo, ella tranco la puerta adelante con seguro y yo tenía llaves así que no preocupe porque había gente en la calle preparando los juegos pera la recaudación de fondos de la escuela primaria, nadie entro lo sé porque lo hubiese escuchado—Desesperada.
—El nombre de su hija es Valery ¿cierto? —Pregunto con calma.
—Pues si—Sollozo.
—Ella debe de ser muy irreverente y valiente ¿verdad?— La consoló.
—Si—Musito.
—Entonces sea valiente, confíe en mi yo resolveré este enigma—Sonrió.
Ella asintió y fue con los Milton quienes ya habían terminado de ser interrogados.
El detective Howl Reeves logro darse cuenta de que en el césped había marcas de quemadura como si hubieran puesto carbón caliente sobre él, allí notó que en la escena del crimen había marcas iguales y cuando se acercó a tocar las marcas se detuvo al detectar el desagradable olor azufre que desprendían, se cubrió la boca y la nariz con un pañuelo blanco que guardaba en su bolsillo y frunció el ceño al notar algo tan irregular como ello.
Luego de salir de ese caso tan extraño, solo podía pensar en esas extrañas marcas en el suelo que parecían pisadas, suspiro mientras conducía por la autopista ya era muy tarde por la noche cuando llego a su casa en un suburbio al norte de donde ocurrió su caso, guardo el auto en la cochera y entro en la casa cálida y acogedora en ese momento su pastora alemán lo recibió con tanta alegría que no pudo evitar montarse le encima y este igual de contento la recibió con los brazos bien abiertos.
En cuanto termino su cena se sentó a ver con detenimiento las evidencias de su caso, sangre humana obviamente era de la chica pero esa sustancia negra que se mezclaba en los bordes no estaba identificada, la única cerradura forzada fue la de su cuarto significa que el secuestrador ya estaba dentro de la casa, pero no se llevó nada más que a ella, había un ave muerta en un costado de la cama cerca de la ventana, marcas de quemaduras en el suelo en partes específicas de la casa, y más nada era muy poca información , tomando en cuenta de que no había testigos oculares y que nadie había escuchado nada.
Howl se puso las manos tras la nuca y se reclinó en la silla pensando.
«¿Qué enfermo mental sería tan meticuloso como para secuestrar a una chica sin que una comunidad entera se diese cuenta?» suspiro y miro a la perra acostada en la alfombra.
—¿Qué dices?... tu Alice sería un monstruo como los de fantasía—Se burlo.
El detective frunció el ceño y entre cerro lo ojos en cuanto propuso esa idea, allí recordó un extraño cuento que había comprado para su hijo menor quien desapareció por esa misma comunidad hacía dos años, el cuento ilustraba a una criatura que era más oscura que la noche y más peligrosa que la naturaleza impredecible, la historia de horror relataba que había llegado hacia décadas a la tierra en un meteorito y callo en la ciudad con una lluvia de estrellas, Howl se río puesto que eso era imposible no existían los monstruos de fantasía y ese libro se lo compro a un aficionado de escritos en una librería cerca del centro comercial, muy pronto después de zafarse de esa duda busco en el historial de antecedentes de policías como secuestradores y no encontró más que un caso que tenía décadas sin ser cerrado y a un tal Finid Siles, abrumado de nuevo sentía esa necesidad de involucrarse con el caso 234 en el que su hijo menor se encontraba listado.
Apenas pudo recobrar su consciencia cerro el computador y se levantó del asiento para dirigirse a su cuarto, Alice fue corriendo tras él cuando este le dio la espalda, cada paso que daba para dirigirse a su cama era más difícil cuando nuevamente recordaba como perdió a su hijo esa noche en el parque de esa comunidad, él sabía que algo se lo había llevado.
Mientras tanto Herrie se retiraba a dormir donde sus padres al sur de su casa donde se sentiría más tranquila que ansiosa ya que había sido un día muy difícil, en cuanto toco la cama en la habitación de los abuelos de Valery, se puso a llorar y en cuanto a su sueño no logro concebirlo en toda esa noche, estaba preocupada que madre no lo estaría si su hija estuviera secuestrada por un psicótico asesino que no tenía noción de su sufrimiento.
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En la mañana Howl se levantó con insomne puesto entre tantos recuerdos se decía a ir a la misma librería en la que compro el libro hacía dos años, decidido se vistió y saco a Alice con él.
Cuando llego al lugar se sorprendió al verlo intacto, entro sin titubear y se encontró con el mismo anciano que le vendió una copia de su libro, el detective lo observo detalladamente y le pregunto al verlo sentado entre dos pilas de libros.
—¿Oiga usted es el autor de el demonio oscuro? —Pregunto cauteloso.
—Si ese soy yo—Petulante.
Golpeo el mostrador de madera y le grito.
—¡¿Qué tan real es esa estúpida historia!? —Increpo.
El viejo canoso subió la mirada y se colocó los lentes.
—Tan real como tú o yo, me temo—Musito.
El anciano se levantó y en su postura arqueada se dirigió a un estante en la parte más profunda de su tienda y le hizo una seña al detective para que lo siguiera.
—¿Es real verdaderamente?— Incrédulo le pregunto al viejo.
—Nadie cree que los cuentos de fantasías sean reales, por eso siempre creí que debí escribirlo como un mito—Sonrió.
—Significa que lo que sea que ha estado llevándose a las personas es real—Dedujo Howl.
—Digamos que si, mi querido amigo—Afirmo.
El anciano movió un libro azul que el estante y este empezó a moverse de costado dando paso seguro a un pasaje secreto en la librería, Howl estaba fascinado pues llevaba dos años intentando resolver ese enigma y tuvo que desaparecer una chica hija de un paranoico esquizofrénico para que se le pasara por la mente visitar la tienda en la que fue con su hijo para descubrir que un cuento de fantasía podía llegar a ser real.
—Bienvenido a mi sala de investigación—Le dijo el anciano —Me llamo Frederick McHolliSonrió.
—¿Oiga no debió poner que estaba cerrado?—Impactado.
—Estoy en mi hora de almuerzo, además entraste sin fijarte que estaba cerrado ignorante— Camino hacia una de sus bobinas de tesla.
«¿Hora de almuerzo? Si son las nueve de la mañana» pensó
En tanto observada a su alrededor las incomparables obras tecnológicas de Frederick , bobinas de teslas ,una jaula de Faraday para aislarlo de los choques eléctricos , una máquina de escribir antigua y un pequeño laboratorio químico puesto en una mesa metálica , habían cuadros idénticos a la mona lisa y el grito , el lugar oculto tenía aspecto medieval, Howl casi boquiabierto miro al final del cuarto un trozo de algo que parecía ser piel negra en un contenedor de vidrio con una placa en el pedestal que lo sostenía que poseía unas inscripciones en latín.
—¿Todo esto... por qué me lo ha mostrado? —Dudoso.
Frederick lo miro por encima de su hombre, en cuanto miraba la muestra de la existencia del monstruo.
—Porque tú...Howl Reeves investigas a mi hija—Bajo la mirada.
—¿Espere usted es Gregor H. Eldestein? —Impactado.
—No, Valery fue adoptada por los Eldestein cuando casi me asesinan—Se sentó en un banco cerca del contenedor.
La chica es adoptada y usted es su padre biológicoSe rasco la barba desconcertadoUsted es otro padre adoptivo ¿no es así?.
No ...Melisa y yo procreamos a Valery hace dieciocho años en el bosqueBajo la mirada algo extraño llego a ese lugar ,un meteoro ,pero lo que sea que fuese que llego en el casi nos mata antes del golpe.