- ¡Buenos días Kris! – dice bastante alto Hope, que aparece de no sé dónde a mi lado apenas estaciono la moto, quito mi casco y la aseguro mientras correspondo a su saludo.
- Oye, estuve pensando y me acorde que no compartimos asignaturas porque yo voy en primero y tú en segundo, pero podemos entrar a un club juntas ¿qué dices? O igual podemos estudiar juntas, claro, tu tus cosas y yo las mías, y podrías ayudarme, ya sabes, porque tu estas más avanzada y eso, bueno, si no es molestia. – sorprendentemente dice todo de tirón, por lo que se detiene un momento a coger aire, tremendos pulmones se gasta.
- Ok, vamos con calma ¿sí? No sé porqué tienes tantas ansias de pasar tiempo conmigo, te juro que no soy muy emocionante – camino al aula que me toca a primera hora, y ella sin tomarle importancia a la clase que le debe tocar, entra conmigo y se sienta a mi lado.
- Es que te ves solitaria, y yo también lo soy, pero no quiero serlo, entonces pensé ¡por que no juntarme con ella y somos amigas? Te ves cómo alguien agradable, y André dice que tengo buen ojo para juzgar a las personas, entonces – vuelvo a cortarla, y yo ayer con la esperanza que estas energías fuese algo momentáneo.
- ¿Tu hermano no había dicho que parecías un loro por comer dulce de desayuno? – ella asiente con una gran sonrisa - ¿Entonces porque hoy parece que eres un niño con mucha azúcar en su organismo? Relájate un poco.
- ¡Es que estoy emocionada! Hoy saldremos, y es primera vez que salgo con una amiga, podremos comer, jugar, hablar, comprar, y luego tendremos más confianza, y podremos hacer pijamadas, y, viajes y, seré la madrina de tus hijos y tú de los míos, y – ok, ella me está cansando un poco.
- Bueno, mira, la verdad es que pareces alguien agradable, y no quiero ser mala, pero o te relajas o tendré que ignorarte, porque me estas estresando un poco – parece bajársele un poco el humor, y aunque podría sentirme culpable, la verdad es que no, hay límites para todo y ella esta balanceándose en el mío.
- Lo siento, tienden a regañarme por eso también, es que no puedo evitarlo – luce algo triste, y me hace los ojitos del gato, pero ni ese gato personificado puede hacerme cambiar el hecho que ella está perturbando mi paz.
- Tienes que calmarte un poco, está bien emocionarse y todo ese asunto, pero aprende a manejarte – ella asiente, y en lugar de parecer querer llorar, ahora se muestra decidida y más seria.
Abre la boca para decir algo, pero suena la campana que avisan el inicio de clases, ella parece captar que está en otra aula, y luego de gritar un “te veo luego” sale corriendo, apenas ahí me doy cuenta de la miradas de todos puesta en mí, claro, hasta que llega el profesor exigiendo atención, pero yo estoy un momento perdida en mis pensamientos, recordando que mientras estaba ocupada estresándome con el hablar incesante de Hope nunca me di cuenta de todos los demás, supongo que ser su amiga no es tan malo como pensé.
***
- Hoy André no viene a buscarme, le dije que saldría contigo, y luego llego a casa en taxi – Hope, como lo hizo en la mañana, apareció mágicamente a mi lado cuando me dirigía a mi moto en la hora de salida, se supone que estoy alerta todo el tiempo y siempre me sorprende cuando aparece, es impresionantemente sigilosa.
- Yo te puedo llevar, sube – le paso mi casco y se lo pone para luego subir detrás mío y abrazarme con fuerza. – Así no podré moverme bien, suelta un poco – rio un poco por sus nervios.
- Estoy tan nerviosa que ni comentare el hecho que es primera vez que te ríes, también es la primera vez que subo en moto ¿tú por qué no tienes casco? Oh disculpa la molestia, toma mejor llévalo tú, no podría soportar el que cayéramos y tu murieras y yo sobreviviera por llevar tu casco.
- Suficiente – exclamo cuando comienza otra vez su parloteo. – No caeremos, manejo muy bien, solo es para que te sientas más segura.
- Eres más dulce de lo que te muestras, es muy lindo de tu parte dejarme – hago sonar el motor con fuerza causando que se calle y abrace más fuerte mi cintura.
- Escucha, si me abrazas así, no podré moverme, y caeremos, si sigues hablando tan rápido y tan alto, me estresarás y haré que caigamos, si no te relajas, también caeremos y ni el casco te salvará, ahora, voy a arrancar ¿ok? – ella obedece, me suelta un poco y no pronuncia una palabra más, por lo que puedo emprender camino al centro comercial.
***
- Oh por dios, fue fantástico, amé ir en moto – suelta una vez se baja y quita su casco, con una sonrisa asiento y termino de asegurarla.
- También me encanta, por eso elegí una en lugar de un auto – juntas caminamos por las tiendas, viendo alguna cosa, pero no terminando de comprar nada.
- ¿Sabes? Creo que le gustaste a mi hermano, desde que nació Mere no mira a una mujer ni dos veces, pero el primer día que llegaste, note que se te quedo viendo como baboso – suelta risitas y yo niego con la cabeza.
- Creo que estás mal, solo le di curiosidad por cómo me veo, el cabello llama mucho la atención, y los tatuajes tienden a hacer que las personas me vean un poco más de tiempo.
- No lo creo, él también tiene muchos tatuajes, está acostumbrado a ellos, y trabaja en una tienda de tatuajes, entonces también está acostumbrado a ver personas llamativas, tienes que ver las personas que frecuentan su lugar por alguno de sus tatuajes. – me impresiono al saber la ocupación de su hermano mayor, interesante, los dos días que lo vi llevaba jeans y camisas manga larga, por lo que no le vi ninguno.
- Creo que es momento de pintar tu cabello – cambio de tema cuando nos paramos al frente de salón de belleza, sabiendo lo insistente y fantasiosa que es segura que ya comenzaba a decir hasta como serían los centros de mesa de nuestra boda.
- Pero no tengo dinero – parece triste, y entonces ruedo los ojos, es una niña algo complicada.
- Yo brindo, también me quiero cambiar el color, vamos – no le permito responder cuando comienzo a adentrarme al local, pero bien que puedo escuchar su chillido y sentir su peso en mi espalda cuando se me arroja encima, yo solo puedo pedir paciencia y preguntarme en que me metí aceptando esta amistad