Te Protegeré

Capítulo 6

Salimos del salón agarradas de mano, o bueno, yo agarrando la mano de Hope para llevarla conmigo, pues al parecer no puede dejar de verse sus mechones, sigue pelirroja, pero antes era más anaranjado, ahora es totalmente rojo.

- Muchísimas gracias Kris, eres la mejor amiga del universo, no sé qué hacer para pagártelo, acabas de cumplir mi sueño – ruedo los ojos, ella no puede ser más dramática.

- No fue nada, tonta, siempre vengo para acá, si no es para pintármelo es para mantenérmelo, si no fuese por ellas estuviese calva – suelto una risa entre dientes, y no suelto su mano hasta que estamos al lado de mi moto.

- Gracias por todo otra vez, tomare un taxi, espero verte mañana – me monto y le extiendo el casco, sé que dice eso porque espera que le ofrezca llevarla, una mimada.

- Sube Hope, te llevaré a casa – ruedo los ojos cuando suelta un chillido y me abraza, toma el casco y luego de acomodarse y darme su dirección arranco, nos demoramos menos de lo que pensé y aun es temprano, un alivio.

Al llegar a la linda casa color café de Hope, ella se baja, y antes de despedirme agarra mi mano y sus ojos parecen brillas.

- Pasa conmigo, así André se contendrá y no me gritará por desobedecerlo – con un suspiro aseguro la moto y bajo, ella tiene ocho años mentales y al parecer, el motivo de eso es porque efectivamente la tratan como si los tuviera, estoy segura que después de André, la que queda a cargo es Meredith.

- ¡Buenos días familia! – grita después de abrir la puerta, camina al frente de mí y llegamos a la sala, en donde se encuentran los dos hermanos restantes en el sofá grande viendo alguna película de Pixar, están sentados iguales con el tobillo de la derecha en la rodilla de la izquierda y sus brazos cruzados, hasta voltean al mismo tiempo.

- ¿Qué te hiciste en el cabello? – suelta el mayor cuando la termina de analizar.

- ¿Te gusta? A mí me encanta, y no es tan diferente a como antes, digo, sigo siendo pelirroja – se ríe nerviosa, como una niña que hizo aquello que su padre no quería y ahora le toca dar la cara.

- Me gusta, es lindo – dice Mere, y se levanta de su asiento para acercarse, y luego de hacer que Hope se agache toma su cabello.

- Tú no te vas a hacer nada de eso ¿entendido? Tu hermana en la brevedad posible volverá a su color natural también –ruedo los ojos, definitivamente él ahora no me parece el muy atractivo hombre hermano raya padre de mi única amiga, ahora se convirtió en el molesto hermano mayor que no sabe cómo más hacer molestar a sus hermanas.

- No se le ve mal, y tampoco es un cambio drástico, no veo el problema – me hago notar cruzando los brazos, y ahora Mere se acerca a mí y pide tocar mi cabello.

- También me gustó mucho el tuyo – actúa como una niña de su edad cuando la levanto en brazos para dejarla seguir jugando con mi cabello sin tener que estar más tiempo incómodamente inclinada. – Eres como Elsa – la gran sonrisa en su cara me hace sonreír, normalmente los niños pequeños son odiosos conmigo, supongo que mi imagen les hace pensar que soy una enfadosa anti niños, pero Meredith es un sol conmigo, aun cuando con su hermana se muestra más estricta y con un carácter más fuerte.

- Gracias, tú te pareces a Anna – ella suelta mi cabello y toma sus trenzas jugando con ellas.

- Si, le dije a André que quería jugar a las princesas y me dijo que podía ser Anna y el ser Kristoff, pero Kristoff es rubio y el no, entonces él dijo que no importa, pero sí importa, él no puede ser kristoff si tiene el cabello oscuro, entonces mejor nos pusimos a ver películas – me muestra una sonrisa enorme, y yo no evito reír, ahora sí es igual a su hermana.

- Sí, mini Hope, ya entendimos – se cruza de brazos el menor, causando que la niña en mis brazos le saque la lengua – El problema es que tengo entendido que esos productos pueden ser dañinos, y no le veo la necesidad a arriesgarse solo por querer un cambio, ella ya se veía bien antes, no sé por qué tiene que matar algunas neuronas para solo ser más pelirroja.

Ruedo los ojos otra vez, esto es una tontería – Ella estará bien, y no se le morirá ninguna neurona, yo he hecho esto muchísimas veces y estoy bien – Hope parece contenta con mis palabras, porque afirma a todo lo que dice como si estuviera dándole la razón a todo – Seguirá igual de tonta que siempre, no te preocupes – finalizo, y los hermanos sueltan una risa cuando la nombrada me ve con indignación.

- Pensé que estabas de mi parte.

- Lo estoy, no he dicho nada que no sea verdad – cruza sus brazos, y cuando parece que hará un berrinche, es detenida por su hermano.

- Bueno, no insistiré al respecto, ya te lo hiciste y no tiene caso discutir por eso, cenaremos en un rato ¿quién quiere pizza? – ambas niñas sueltan un fuerte “yo” para luego correr a no sé dónde, supongo que al comedor o la cocina.

- Bueno, entonces yo me despido – suelto luego de un pequeño silencio que se formó entre nosotros.

- Quédate a comer, como agradecimiento, seguro tú le pagaste todo a Hope, y de paso por agradecerte por ser su amiga, a pesar de ser tan animada es un poco solitaria en la escuela, tenerte ha hecho que le gusté más ir a clases – me da una pequeña sonrisa que no evito responder, aunque es un poco estricto, es muy buen hermano mayor, y por lo que me dijo Hope antes, él es quien cuida de ellas, tanto económica como personalmente, lo que me hace preguntarme que ha pasado con sus padres, pero eso ya será tema para otro día.

- No fue nada, y con lo de “darle” mi amistad tampoco, es un poquito intensa, pero es agradable supongo que es como un soplo de aire fresco – me encojo de hombros, y parece gustarle lo que escucha porque agranda su sonrisa, y ahora se parece más a sus hermanas, los tres tienen una sonrisa preciosa con hoyuelos incluidos.

- Hope siempre consigue a las mejores personas, presiento que estaré agradecido a que te incluya en nuestras vidas – decido ignorar sus palabras porque me incomodan un poco, ni de cerca soy alguien por quien estar agradecidos a tener.

- Claro, supongo que puedo comer con ustedes – y evitando estar más tiempo a su alrededor, me tomo el atrevimiento de caminar hacia donde se perdieron las pelirrojas antes.