El matrimonio, incluso si era para salvar su dignidad, fue rechazado por la señora Anira y Emily dejó la casa un mes después de su encuentro con David Santes.
La familia de tres huyó al este, el señor Santes buscó un trabajo diferente, sabía que era un hombre mayor, pero tenía un hijo fuerte con un aterrador instinto asesino que heredó de su madre, solo necesitaba aprender a ocultarlo y conseguirían un buen trabajo.
La boda fue pequeña, David tenía veinte y Emily dieciocho.
Cuatro años después hasta los oídos de Emily llegó la noticia de que su madre había tenido otra hija, la princesa Lucia Anira y se sintió feliz por la hermana a la que no conocía y la madre que soñaba con ser reina.
Poco después y tras cuatro años de intentarlo un poco de pánico se apoderó de ella, pero finalmente l
