Un día era agradable, la neblina fría, la mañana ventosa, el mediodía soleado y al llegar la tarde de nuevo frío. Dos días eran tiempo suficiente para visitar el mercado. Tres días excelentes, el siguiente punto en la agenda era el jardín de Maltra. Lo cual fue..., una completa pérdida de tiempo. Y así, pasó una semana. – ¡Ah! – gritó Elizabeth – dijeron que Marjory volvería hace días, crecí en el templo, no te vuelves paciente entre esas paredes, es lo opuesto, no tienes idea de la frustración que acumulamos, ¿por qué crees que hablo tanto? – ¿Es por eso? – se sorprendió la princesa Anira. – Definitivamente, como sea, también me preocupa – se mordió el labio – ¿crees que esté molesta conmigo?, no le escribí seguido porque estaba en exámenes y después pasó lo de la boda de Jazmín, t