– Comencemos con estos tres.
Los vasos son pequeños, tienen la altura de mi dedo pulgar, tomo uno y lo pruebo de un solo golpe.
¡Quema!, ¿qué es esto?, ¿fuego?, necesito escupirlo, tomo un pañuelo – sabe horrible.
– Empezaste por el lado equivocado y lo bebiste como agua.
– ¿Cómo debía beberlo?
– Despacio.
Tengo un poco de miedo, veamos, solo un trago..., es super amargo y el tercero es dulce.
Miro las botellas, primer trago, 35% de alcohol, segundo trago 15% y el tercer trago 3% – entiendo, lo que le da el mal sabor es el alcohol, apuesto a que las bebidas con 0% deben ser las mejores, ¿no crees?
Su gesto es un poco extraño – tu fiesta de celebración por tu divorcio, ¿estoy invitado?
– Si.
– Me encargaré de elegir tu bebida.
Eso es muy cruel, sobre todo porque lo he visto beber antes y es más joven, si él puede tolerarlo, ¿por qué yo no?, claro que, sabe horrible, me quedo con el que sabe a manzana y solo tiene 3% de alcohol.
Tengo un poco de curiosidad – Alexis, ¿a qué edad comenzaste a beber?
– A los doce.
Debí escuchar mal, él dijo..., doce..., doce años.
Suspira mientras sirve – llevaba todo el día entrenando y estaba muy sediento, fui a la cocina, vi un vaso lleno de lo que yo creí que era jugo y lo bebí.
Mi boca está abierta y sé que no es correcto, pero no puedo cerrarla.
– El vaso era de Gerald y cuando regresó intenté fingir que todo estaba bien, tomé el arco, apunté y atravesé el hombro de Claude.
Esa fue la herida en el hombro de sir Evans, la que Ágata me contó que fue un accidente – ¿cómo acabaste haciendo lo mismo con sir Gerald?
– Porque fallé, le apunté a Gerald y le di a Claude, así que tomé otra flecha y acerté el segundo tiro.
Eso no sonó como un accidente – solo lo hiciste...
– Creyeron que estando ebrio ni siquiera podría tensar el arco y se relajaron, ¡debiste ver sus rostros!, fue grandioso.
Ahora entiendo a sir Evans cuando movía su hombro, debió ser un momento muy bochornoso – ¿qué pasó después de que bebiste?
– Mi tía me regañó, estaba muy decepcionada, en parte por que tuvieron que traer un médico para remover las flechas, la siguiente fue a los catorce porque estaba molesto y después en el castillo de Tiara, nunca he bebido demasiado sí es lo que te preocupa.
– No es eso, tenía curiosidad por – oh, oh – te vi beber en el banquete y se veía tan fácil, es molesto no poder hacerlo.
– No tienes que beber si no quieres.
Él siempre dice que las cosas que quiero son importantes, no lo que debo hacer, sino lo que quiero hacer, el problema con el licor, es que en realidad no sabía si quería beberlo, jamás lo probé, no tenía forma de hacer una elección – quería probarlo, así sabría si quería hacerlo, es como la comida de Tiara, necesitas probarla para saber si te gusta.
– ¿Estás probando cómo sería si fueras mi esposa?
¿Qué?, no, no fue eso, definitivamente no fue eso, solo quería conocerlo mejor y pasar tiempo con él porque...
Porque...
¿Por qué?
Sus ojos se agrandan – no lo negaste de inmediato.
– No lo acepté – y ahora estoy molesta y no quiero que sonría.
– Di lo que quieras, estoy avanzando – toma una semilla y la lanza al aire para atraparla con la boca.
Barbara lo notó y yo no – tienes que madurar – cruzo los brazos – no hay razón y para que lo sepas iba a pedirte que comiéramos juntos todos los días cosa que ya no va a pasar.
Se atraganta y tose, creo que exageré un poco.
– Aunque, podríamos comer un par de días a la semana porque soy una buena persona – no puedo mirarlo a los ojos, ¿por qué hice todo esto?
¡Odio a Barbara!
¿Por qué tenía que decir que lo conocía mejor que yo?
Las cosas que quiero decir y las cosas que digo son diferentes, ¿qué pasa conmigo? – aunque me gustaría comer contigo, sí quieres.
– Si quiero.
Hace mucho calor, necesito concentrarme y disfrutar la cena, Casandra pasó un tiempo muy difícil cocinando y escuchando mis preguntas al mismo tiempo, lo menos que puedo hacer es disfrutarla.
– Marjory ese no es...
Me siento mareada – esto lo decide, beberé agua en mi fiesta, no te burles.
– No es por eso, estoy muy feliz, por eso sonrío.
Si, claro, ¿y qué es esto?, cuando lo tomé no supe que era alcohol, necesito ver la botella, licor de naranja y miel, por eso pensé que era agua. Si fuera veneno lo habría bebido sin dudarlo, es aterrador pensarlo.
Alexis voltea a mirarme.
– Estoy bien – alejo la botella y me concentro en la comida.
Deja de reírte, harás que yo me ría y no quiero eso. Su risa es muy contagiosa, quiero lanzarme un trozo de zanahoria al rostro, si, justo después de pedirle que madure.
Al terminar la cena sus manos entrelazan las mías y pierdo la cuenta del tiempo que lleva abrazándome, estoy abusando de estos momentos.
Pero no quiero que se vaya.
– Te amo.
Me estoy volviendo codiciosa, quiero que lo diga más seguido.
Alexis, a mi ritmo, seré la persona que mejor te conozca.
*****
– Majestad – dijo el Marqués Quiral esperándolo afuera de la habitación de Marjory – sobre la búsqueda del rey Genos – hizo una pausa, dudó antes de seguir con el reporte mientras caminaba y resopló – las familias Katar, Brea y Celas no la aceptarán.
– Asumes que sus opiniones me importan.
Debían.
– ¿Por qué ella?, hay miles iguales, solteras y que no traerían al reino un conflicto político.
Alexis se detuvo – lárgate.