—Su móvil estaba timbrando, joven señor —dijo Sir, con decoro hacia su jefe. Heinrich buscó el aparato en su bolsillo de su saco. En la pantalla se podía leer el nombre de contacto de una distinguida muchacha, quien una amiga cercana de la universidad, junto con la que se había graduado. Ella era su única alegría en estos días tan lamentables y ajetreados. Le indicó a Sir que detuviera el auto un momento. Al ver el nombre, sonrió con ligereza. Era Elizabeth Queen, quien era la chica que le gustaba… Miss Elizabeth Queen estaba sentada en una de las mesas del animado restaurante bar, disfrutando de la compañía de su hermano, Arthur King, y unos amigos, que a la vez eran pareja. La energía positiva del lugar y las risas contagiosas llenaban el ambiente, creando una atmósfera cálida y acoged