A las siete me encontraba sentada en el restaurante que habíamos quedado. Era uno muy bonito y acogedor, señor engreído quería ir a uno muy lujoso, pero no me arriesgaría a que alguien nos viera juntos, mis superiores son de concurría a esos lugares por temas laborales o familiares. Además eligiendo yo el lugar le dejaba claro que no me manejaría, es un pensamiento bastante tonto e infantil pero no puedo fiarme de sus “buenas intenciones “ Otra cosa que le prohibi fue que me pasara a buscar, ni loca le diría mi dirección. Conociendo a Benjamín podría aparecerse en cualquier momento y eso no era nada bueno, de solo imaginarlo en mi puerta ,cara a cara con Vitto se me pone la piel de gallina. - Hola Luz – me sobresalte ,estaba tan meditada en mis pensamientos que no lo vi llega