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Su pent-house era bastante amplio y varonil. Accedí a venir aquí, ya que la otra opción era llevarme a casa.
El camino fue silencioso, estaba distraída, asustada y terriblemente enojada. Como puede ser tan pesado. Como puede ser que se empeñe tanto en molestarme, no habrá un nosotros, porque aunque quisiera, por más que lo haya perdonado por ser un c*****o ,el jamás me perdonará una vez sepa que durante años le oculte la existencia de su hijo. Nuestro hijo.
- Ya te traigo algo mío, para que te quites ese vestido mojado – solo asentí. Recorrí un poco la estancia y vi varios cuadros. Un de sus padres junto a él cuando se graduó. Estaban más mayores de la última vez que los vi, otra con varios amigos y amigas, reconocí algunos. Esa foto es de la época en la que vivía aún en Ushuaia. U
