Capítulo 5. La energía creadora

1600 Words
Cuando Ellina llegó a Hansti había todo un alboroto. Gente que iba y venía por los pasillos y murmuraban. Ellina no comprendía la razón de aquel bullicio, pero presentía que podía haber alguna mala noticia. En el mundo terrestre de Alyssa todo era más tranquilo. Cuando llegó a su casa encontró a su hermana Salomé en la recámara que ambas compartían. —Has tardado demasiado tiempo en llegar. —Casi me han atropellado al cruzar la calle, pero he tenido suerte, escucharon mis plegarias y no he muerto —Alyssa se había sentado sobre la cama —¡Debes tener cuidado!, te dije que si querías hubiese ido contigo —exclamó preocupada —. Pero, no es lo peor que te ha sucedido. Alyssa la miró confundida —¿A qué te refieres? —En tu novela favorita ha aparecido un nuevo personaje y ¡Es guapísimo! Te lo has perdido por completo, tendrás que esperar hasta mañana para verle. Hace el personaje del libro que te ha tenido en desvelo todo el verano, y juraría que es más guapo que en tu propia imaginación —dijo Salomé con una sonrisa burlona —¡Martín Douglas! ¡Oh, no!, es como un mal karma ¿Qué habré hecho para este cruel destino? Es mi personaje favorito de Estrella de amor. Y no pude verlo. No podré esperar a mañana, moriré de incertidumbre. —Siempre serás dramática, Alyssa. Salomé tenía razón, pero nada hizo que el día de Alyssa fuera más ameno. Ni siquiera ver que sus padres estaban teniendo un día sin peleas. Y al llegar la noche salió al patio y trepó un viejo árbol, habían dicho que habría una lluvia de estrellas y Alyssa las adoraba. Podía ver muy poco de la lluvia de estrellas, pero estaba perdida viendo la estrella de sirio que brillaba con fuerza en el cielo, le gustaba, y siempre la observaba. Su padre Jonás Gante llegó de laborar, pasaban de las once de la noche —Alyssa, baja de ese árbol y ve a dormir ahora mismo —sentenció su padre, Alyssa bajó del árbol con cuidado —Te he dicho hasta el cansancio que no quiero que trepes esos árboles. Si sufres una caída, no te escucharemos a tiempo. —Sí, papá, pero hoy hay lluvia de estrellas y quería verlas. El cielo había estado despejado con estrellas brillantes, sin embargo, todo había cambiado y comenzaba a soplar un fuerte viento que arrastraba nubes que cubrían las estrellas. Jonás observó y se sorprendió, quizás había sido el polvo por el viento o la noche, pero el cielo enrojeció. Jonás comenzó a preocuparse, sin saber el por qué. Padre e hija fueron a dormir mientras el cielo seguía nublado. Cuando Ellina llegó hasta la oficina de Koparki encontró adentro a Iker y Lady Louvan. No se había atrevido a entrar, pero los veía tras el cristal. Tenía ganas de usar su poder de telepatía para escuchar lo que decían, pero aquellos se darían cuenta y sería retada, así que prefirió esperar. La conversación dentro de la oficina estaba tensa —Los datos son inequívocos. Hubo una desconexión de algún puerto que nutría a la gran energía, y sabemos que proviene desde la realidad artificial. Algo malo está pasando. Y queda poco tiempo para arreglarlo. ¿Qué respuesta nos tiene Iker?, usted estaba investigando al respecto —dijo Louvan increpando a Iker —Aún se está investigando. Tengo la teoría de que no es artificial, quizás hay más realidades que nosotros desconocemos… Iker no pudo terminar, pues sus ideas fueron desacreditadas por Lady Louvan, después de todo eran absurdas y sin sentido para ellos. —Iker, usted es el líder, su opinión debe ser ejemplar, el planeta Lyvan y Hansti han sido aliados de la comisión interplanetaria por nuestro conocimiento. Si dudamos de lo que sabemos de la gran energía, entonces somos unos ignorantes. —Aún tenemos que aprender mucho más. Lady Louvan miró con fastidio a Iker, porque no era capaz de admitir que su conocimiento de la gran energía creadora era limitado —¿Por qué razón un Hansti pudo hacer algo así? —preguntó Koparki —Esa es la gran duda —dijo Louvan. Cuando Lady Louvan y Koparki abandonaron la oficina se encontraron con Ellina —Ellina, me alegró verla ¿Qué misión ha tenido? —Lady Louvan le había tomado por sorpresa. —Es una misión simple… —dijo Ellina nerviosa —Está ayudando con las realidades que terminarán, revisa los niveles de energía —dijo Iker —Muy bien, Ellina, usted es la nueva generación y nos comienza a enorgullecer. Ellina sonrió. Lady Louvan la observó, para después irse junto a Koparki. —Ellina, ven conmigo —dijo Iker y ella lo siguió dentro de la oficina Ambos tomaron asiento, Iker parecía preocupado. —¿Qué sucede? He hecho todo correcto. Ella ya está en su realidad, ya todo está bien. —Nada está bien. Se detectó una desconexión alimentaria de la energía creadora. ¡Hiciste algo mal! Y afectó —Iker parecía fuera de sí—. Es muy peligroso, Ellina, están por descubrirnos. —Hice todo lo acordado. Quizás esa desconexión no está relacionada. —¡Lo está!, porque fue exactamente cuándo fuiste, es una carga alimentaria muy alta para la gran energía. —No entiendo, ¿Qué podría ser? —dijo Ellina —Debe ser una conexión profunda. Algo que sea tan fuerte para provocar ese desajuste energético —dijo Iker pensativo —Pero, dijiste que esa realidad no era auténtica, y que todo lo que había ahí era inexistente —dijo Ellina preocupada —No lo sé. Bueno, pude equivocarme, aunque debería ser imposible, puesto que esa realidad la creaste tú. Sin embargo, las emociones y sensaciones humanas son diferentes a nosotros, y aún son un misterio, quizás, aunque sea artificial podría evocar las mismas vibraciones que una real. Por un momento Iker se había quedado inmerso en sus pensamientos, pero Ellina tuvo que traerlo de vuelta —Iker, por el tipo de nivel de vibraciones, ¿Podría detectarse qué tipo de conexión puede ser? Tenía que admitir que Ellina era lista, aunque, consideró que solo sería una guía generalista sobre el tipo de relación, pues ese estudio era experimental. Sin embargo, busco los datos entre los papeles que Lady Louvan había traído. —Tiene una vibración de 6.3 —dijo Iker —Debe ser… —Ellina puso su mano en su rostro y dudaba—. Es una vibración muy alta, ¿Cómo de almas gemelas? —¿Almas gemelas? —Iker frunció el ceño mientras lo meditaba—. Puede ser algo por el estilo, una relación de amor vibra muy alto, y nutre a la gran energía, pero ¿Ahora qué se puede hacer?, no hay vuelta atrás. Si regresas a Alyssa a la antigua realidad, quedaría de nuevo el error, además es posible que la artificial ya no exista. —Posible, pero, no imposible. Tengo que averiguarlo —dijo Ellina —No lo entiendes, Ellina. Si regresas a Alyssa, suponiendo que aún exista esa realidad, ella nunca recordará nada. Quizás se quede desalmada, hasta el fin de su mundo. —Pero, yo nunca dije que la llevaría a ella o, ¿sí? —Iker la miró extrañado. ¿A qué se refería? —¿Cuál es tu plan, Ellina? —No es un plan. Es una idea. Iré a la realidad artificial y buscaré esa conexión que alimentaba a la gran energía. Debe ser alguien, ¡Su novio!, ella lo mencionó. Y después iré a donde está Alyssa, y buscaremos a su amante, se volverán a reunir, eso provocará que la energía vuelva a alimentarse —dijo Ellina muy segura. Iker la miró como un Hansti mira a un desalmado cuando hablan —¿Qué es un amante? —preguntó intrigado. Esa palabra era inexistente para el vocabulario Hansti —Concéntrate, Iker. Mi plan es bueno, práctico y funcional. —Ellina, te juro que no pareces Hansti. Tú piensas de una forma tan fría, que presiento que no eres de este mundo. —De nuevo con eso. Basta, Iker. Necesito hacer esté último intento antes de que nos descubran. —Tu plan me suena absurdo, y casi un fracaso. Sin embargo, no hay opción. Louvan y koparki saben que investigaré la energía, vete ahora mismo, y les diré que estás ayudándome. —Bien —Ellina se preparó para irse, pero fue detenida de último momento —Ellina, por lo que más quieras, no hagas nada impulsivo, y actúa como una Hansti —dijo Iker suplicante Ellina lo miró con desprecio. En verdad detestaba a Iker sobre todo cuando quería tratarla mal. «Soy más Hansti que tú» pensó Ellina. Aunque no pudo evitar creer muy dentro de sí que había algo de razón, era una Hansti, por supuesto, nació en ese planeta y vino al mundo de una Hansti, su sangre, su cuerpo, sus ojos eran de un Hansti, incluso sus poderes, pero era su primera encarnación ahí, quizás eso la hacía diferente. Ella no dejaba de preguntarse cuánto esperaría para su ascensión. Esa era su meta, porque una vez que un Hansti alcanzaba su vibración más alta, abandonaba su cuerpo físico, y su alma envuelta en luz llegaba hasta la gran energía fundiéndose en ella. Aquello era como un mito, nadie nunca había pasado por eso, y no sabían lo que se sentía cuando sucedía, pero Ellina lo soñaba ¡Era su anhelo! Era lo único que ella deseaba: Ser una, con la gran energía creadora.
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