Capítulo Dos: Al Desnudo.

2175 Words
 Estaciono justo al lado de la camioneta de Alice. Viste un elegante traje n***o y tacones rojos como sus labios. Lleva su cabello rubio suelto hasta los hombros. Y como siempre, con su vista en el teléfono. Cuando bajo, deja el teléfono y me escanea con la mirada, asiente aprobando mi vestuario. − Buen día. – digo sonriendo. − Buen día. Lindo outfits. – dice besando mi mejilla mientras nos dirigimos a la entrada del edificio. − Gracias. – digo revisando mi atuendo. Me decidí por un jean n***o, camisa manga larga blanca ligeramente trasparente, blazer rojo y cartera y tacones de punta color nude. Llevo el cabello recogido en un elegante moño blanco. De accesorio un par de anillos y collar dorado.  Tengo un maquillaje liguero, prefiero maquillarme yo a que lo hagan en los estudios de televisión, pues algunos de los productos que suelen usar me producen alergia. Así que le entrego mi maquillaje al equipo para que me retoquen con mis propios productos. Llevo mis lentes de lectura, algo que parece extrañarle a Alice. − Me arden los ojos. – le explico y frunce el ceño, negando con la cabeza. − No necesitas usar esa mierda de lentes de contacto, para empezar. Te irritan muchos los ojos, supera el complejo ridículo que tienes. Ya quiera yo que ese fuera mi color de ojos. − Sí. – bufo. – eso lo dices porque no los tienes. Alice nos registra en la recepción y subimos al estudio 23, en el que de inmediato nos asignan un camerino y una maquillista empieza a retocarme. El equipo de sonido me coloca los micrófonos y realizamos la prueba de sonido. Salgo del camerino hasta el estudio, en que me encuentro con Gabriela Dawson, la periodista que me entrevistara. Nos saludamos y me ubico junto a ella, las cámaras nos enfocan y cuando estamos por salir al aire nos dan la señal. − Bienvenidos una vez más a la sección de arte y espectáculos, soy Gabriela Dawson y el día de hoy entrevistaremos a una reconocida escritora de Literatura Juvenil, ella es Margot Stacy. Quien recientemente público su cuarta novela llamada “Bajo tus Sabanas”. Bienvenida, Margot. – dice sonriendo y la cámara me enfoca. − Muchísimas gracias, Gabriela. Encantada de estar acá una vez más. – sonrió hacia ella. − Tus anteriores novelas han sido muy exitosas. – dice y asiento sin dejar de sonreír. - ¿Hay alguna diferencia entre esta nueva novela y las pasadas? − No, es la misma historia y solo cambie el nombre. – bromeo con sarcasmo por lo tonta que me resulta la pregunta – Sí. Tanto la trama, como narrativa son totalmente diferentes. Son de géneros diferentes. – le explico. − Entiendo. He leído tus libros desde que publicaste el primero. Y me sorprendí mucho cuando empecé a leer “Bajo tus sabanas” Pues, aunque el título es sugerente, no esperaba que fuera de contenido adulto, ya que no habías escrito nada parecido antes. − Anteriormente cuando escribía escenas pasionales, no era tan descriptiva como lo soy ahora, eso es cierto. Empecé a escribir a los 17 años, he crecido y mis lectores también lo hacen. Pienso, además, que como escritora debo evolucionar con mi contenido y experimentar con algunos géneros nuevos, también. − Háblame de cómo conseguir en carácter de los personajes.  – Pregunta con curiosidad. − No es algo que se consigue, es algo que se crea. – Le respondo sonriendo. –  Depende de los personajes que quieras implantar y la trama de la historia. Si es una distópia y queremos una heroína, por ejemplo, creamos a una mujer tímida pero capaz, para que con el avance de los capítulos y las pruebas que le asignemos, podamos observar cómo se vuelve una mujer valiente y determinada. Jugamos con el carácter de los personajes dependiendo la trama. – explico. − ¿Qué te inspiro a escribir bajo este nuevo género literario? – cuestiona. − Como te dije, he madurado y mis lectores también.  Siempre me ha gustado escribir para adultos jóvenes, pero cuando tenía 17 años no me parecía correcto… y dudo que a mis padres le hubiera gustado. – digo y ambas reímos.  – Hoy día me siento cómoda escribiendo para lectores de mi edad. − ¿Qué me dices de la crítica? – pregunta. – “Bajo tus sabanas” ha sido fuertemente criticado por su alto contenido s****l, muchos dicen que el libro tiene más escenas sexuales que trama. – menciona Gabriela. Algo arde en mi estómago, finjo no enojarme. − La crítica es necesaria para corregir errores y aprender de ellos. Por desgracia, es imposible complacer a todos los lectores. – le explico sonriendo, ella asiente. – Si, tiene bastante contenido s****l. Lo cierto es que los adultos tienen sexo, bien no es la base de una relación, es una de las características más resaltantes de esta. − Margot, para culminar. Se ha filtrado información de que escribirás una trilogía erótica. – me congelo. – ¿Qué tan cierto es ese rumor? − Falso. – digo rápidamente. – Quiero decir, no me cierro a la posibilidad de escribir una novela erótica, pero por el momento no estoy trabajando en ella. – miento sonriendo. − Muchas gracias por acompañarnos el día de hoy, Margot. − Gracias por invitarme. – le sonrió. − Amigos, esto ha sido todo por hoy de la sección de artes y espectáculos. Los espero mañana a la misma hora. – se despide Gabriela. Y se levanta para despedirme, imito el gesto. Minutos después salimos del estudio 23 al 48 que se encuentra en la azotea. Es hermoso, pues una parte del estudio está bajo techo y la otra se encuentra fuera, donde hay un pulcro y gigantesco jardín, con la grama verde perfectamente cortada, palmeras en lugares estratégicos, algunas flores y una de las hermosas vistas más hermosas de la ciudad. − Señorita Bomer, Señorita Stacy. – nos recibe una joven asistente. – síganme por favor. Las llevare al camerino. Nos adentra a uno de los camerinos más lindos que he visto. Es amplio, sus pareces son de color crema y muebles de cuero marrón. Hay una pequeña mesa en el centro llena de bocadillos y bebidas, en el fondo un espejo de cuerpo completo junto a la mesa de maquillaje. − El señor Andrews realizara la entrevista en el jardín, si les parece bien. − Está perfecto. – responde Alice. − Muy bien, en 5 minutos vendrán a retocarla ¿necesita algo? − No, está bien. Muchísimas gracias. La joven sonríe, asiente y sale del camerino. Pruebo un par de bocadillos deliciosos y tomo un jugo de melocotón que se encuentra sobre la mesa.  15 minutos después, tras haber retocado mi maquillaje, Alice sale a comprobar en lugar en que me entrevistarán.  Mientras espero, busco en mi cuartera las gotas para los ojos, me las aplico y las guardo de nuevo. Alguien toca la puerta logrando sobresaltarme. − Adelante. – digo sentándome derecha. La puerta se abre y observo a Stefan Andrews entrar al camerino. Viste un pantalón de vestir color caqui, camisa azul cielo, Blazer azul marino y correa y zapatos negros. Es verdaderamente guapo y joven para el éxito que ha logrado. Se ha convertido en uno de los periodistas más reconocidos, según el New York Times. Lleva el cabello corto por los lados y largo en la parte superior. Sus cejas son pobladas y su cabello castaño. Chico sexy − Señorita Stacy, un placer conocerla finalmente. – dice sonriendo y me acerco hasta él, tendiéndole mi mano, de inmediato la toma. − Solo Margot, por favor. Igualmente, Señor Andrews. – me presento. − Stefan está bien. – dice y asiento sonriendo. – ¿Se encuentra bien? Tiene los ojos un poco irritados – explica mirándome. − Estoy bien, acabo de aplicarme unas gotas. Pasará en un minuto. – explico y él asiente. Stefan señala a los muebles y ambos tomamos asiento. Sus movimientos son sumamente elegantes. − He leído sus primeros tres libros y aunque no suelen ser el género que leería normalmente, me han entretenido bastante. Especialmente el tercero, es realmente bueno. – sonríe y siento como mis mejillas se tornan un poco rosadas. − ¿De verdad? Muchísimas gracias, me alegra que te hayan gustado. – le sonrió agradecida. –  ¿Ha leído el ultimo? − Aún no he tenido la oportunidad. – dice dudando. − ¿Pero sabe de qué va? ¿necesita que te hable un poco sobre la historia para la entrevista? – pregunto confundida. − Si, sé de qué va. – sonríe. – mi hermana esta enloquecida por tus libros. Cuando le comenté que te entrevistaría grito y demás. Amenazo con escaparse de la universidad para venir a conocerte. – explica y ambos reímos. − ¿Sabes? Tengo una edición especial con los cuatro libros en mi auto, aun no sale al mercado. Podría dedicársela si gustas. – le propongo emocionada. − Oh, no te preocupes. – dice negando. −No es molestia en lo absoluto, me encantaría hacerlo. Todo por mis hermosas lectoras. – le digo sonriendo. −Pues muchas gracias, Margot. – guiñe el ojo.  – Te iba a pedir un gran favor en relación a ella, la verdad. –dice algo avergonzado, asiento para que continúe hablando. – su cumpleaños es la semana que viene y ella realmente estaba muy triste por no poder venir a conocerte hoy, ¿habría alguna posibilidad de que grabaras un pequeño video saludándola para enviárselo y hacer mi vida un poco más sencilla? – sonríe un poco avergonzado mientras une sus manos en gesto de rezar. −Por supuesto ¿Lo hacemos ahora?   Stefan alza su ceja y una sonrisa ladeada escapa de sus labios. Justo en ese momento entiendo la connotación y el doble sentido de mis palabras. Me sonrojo. ¡Ay, mi Madre! Que hombre más sexy y tierno… y sexy, ¿Ya dije sexy? − El video, Stefan. El video. – ambos reímos, pero la vergüenza aun no deja mi rostro. − Está bien. – dice sacando su teléfono y se me ocurre una idea. − ¿Y si lo grabamos del mío y yo se lo envió?  - propongo aún más emocionada. − ¿De tu teléfono personal? – pregunto confundido, asiento. – ¿Sueles hacer eso? − No realmente, pero lo que sea por mis chicas. – le sonrió. − Pues, sería perfecto. – dice aun confundido. – Su nombre es Cara. Tomo mi teléfono y me siento junto a Stefan.  Ubico la cámara frontal y empiezo a grabar. − ¡Hola, Cara! ¿Qué tal estas? Soy Margot Stacy, Muchísimas gracias por leerme. Estoy  con Stefan y me informo que se aproxima tu cumpleaños, espero lo disfrutes inmensamente. Te envió un presente con él, deseo que lo atesores y disfrutes mucho. Y por favor, obliga al guapo de tu hermano mayor a leer “Bajo Tus sabanas.” Un abrazo, Linda. – me despido lanzándole un beso. Observamos el video y Stefan me indica el número de su hermana, de inmediato se lo envió desde mi teléfono. Me levanto y me siento frente a él. − Muchísimas gracias, de verdad. – Stefan se ve aliviado. – me jodería toda la existencia si no grababa el video. − Está bien, no es nada – sonrió emocionada. – me encanta hacer cosas por mis lectoras. – explico. − Volviendo a la entrevista. – dice enderezándose un poco, imito si postura. – Ya todos sabemos de qué van tus historias. Así que, si te parece bien, me gustaría centrar la entrevista en ti. Quiero que tus lectores puedan verte al desnudo. – explica y me sonrojo. − Espero que no tan al desnudo. – bromeo, él ríe. − Espero que no. – concuerda asintiendo con elegancia. – Me refiero a conocer a la verdadera Margot Stacy, esa que se oculta tras sus lentes de contacto marrón y sus libros.  El nerviosismo empieza a formarse en mi estómago. − Es parte del nuevo formato que deseo. Hacer las entrevistas más personales… más íntimas. Los camarógrafos dejaran instaladas las cámaras y se alejaran, solo estaremos tu y yo tomando un jugo o un café, acompañado de algún bocadillo. La idea es que te sientas suficientemente cómoda para abrirte conmigo. – explica y me sonroja de nuevo. ¡Joder! Que parezco quinceañera. − Lo entiendo perfectamente, me parece bien. – asiento y escucho como tocan a la puerta y entra la joven que nos recibió temprano. − Disculpen, ya estamos listos. – nos explica. Stefan se disculpa y sale del camerino. Alice me indica que está todo preparado iniciar. Caminamos hasta llegar a una de las esquinas de la terraza, en la que la vista se ve incluso más impresionante. Hay un mueble en tonos crema y una pequeña mesa de café. Frente a esta se encuentran las cámaras ya instaladas. Y Stefan sentado, revisando un documento. Alice me indica me tome asiento junto a Stefan y se aleja. 
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