– Podemos hacer esto de dos maneras. – me dice Stefan abrazándome desde la espalda. – Dejamos el vidrio así, trasparente en ambas partes o si te avergüenza permitimos que solo Silvio nos observe. Tú decides. – No le veo el sentido, igual sabría que él estaría presente. –Silvio sonríe asintiendo con elegancia. – es lo mismo que este allá o acá. – Ah ¿sí? cuidado Margot, podría tomarlo como una invitación. – bromea Silvio. – ¿Quieres que lo dejemos entrar? – pregunta Stefan entre extasiado y sorprendido. Joder ¡Pero que he dicho! – Solo para mirar. – aclaro. Ambos hombres se observan por un largo minuto. Silvio toma el control y presiona, por lo que la pared vuelve a ser un espejo. – El vendrá en un segundo ¿estás bien? – pregunta Stefan besando mi hombro. – Nerviosa y ansios
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books