Bajamos del auto y caminamos hasta adentrarnos al ascensor. Stefan marca en el panel alguna combinación y el ascensor sube. Mi corazón late con prisa. Stefan nota el nerviosismo, se apiada tomando mi mano y dedicándome una sonrisa tranquilizadora. El ascensor se detiene y escucho música instrumental de fondo. Cuando las puertas doradas se abren Stefan me guía afuera. No pierdo vista del lugar. Parece ser un club normal. La decoración es muy elegante. El color dorado y morado abundan, la iluminación tiene un tono azul tenue. El espacio es gigante. Hay una barra larguísima con todo tipo de bebidas y varias personas atendiendo. Parece estar dividido por distintas zonas. Al fondo hay muebles de cuero n***o con pequeñas mesas al frente divididos en pequeñas secciones