Capítulo 18 Llovizna La abuela entró a mi habitación y por primera vez no deseaba escucharla, pero no se trataba de algo en su contra, únicamente quería estar sola y no oír el sermón que tenía preparado sobre Eyolf, yo tenía la certeza que también iba a preguntar en donde estuve esas horas que desaparecí y el hecho de pensar ese interrogatorio, me dejaba agotada mentalmente. —Mooni, cariño—empezó acercándose hacia la cama, se sentó a mi lado, a pesar de que yo tenía el cuerpo cubierto por mi cobija y también le estaba dando la espalda. Mi pequeña, ¿Qué ocurrió? ¿Por qué estás tan afectada?—inició con las preguntas extendiendo su mano para tocar mi hombro y yo me aparté, de esa forma le haría saber que no ocupaba intenciones de hablar con nadie. Entiendo, quieres estar sola, no te molest