— Necesito que hablemos Beatríz, de mujer a mujer, ¡es urgente!.
Su tía tenía un semblante muy decidido, sus palabras la sintió algo tosca, ni que estuviera tratando con una enemiga para no tener el mínimo gesto de cortesía y saludar, por su actitud le parecía una absoluta desconocida, que la trataba con algo más que frialdad.
— Puedes sentarte, considero lo más apropiado para hablar.—Esta no pareció interesada en hacerlo, se mantuvo inamovible en su posición, ella en cambio se sentó muy relajada en uno de los sillones, para seguir disfrutando su taza de café, no se tomó la molestia en ofrecerle, igual sospechaba que la rechazaría.
— ¡Vamos tía!, soy toda oidos.— Cuando está parecía tener la intensión de hablar sonó su móvil, la noto algo sorprendida al mirarlo, se alejo de ella unos br
