Beatríz no dejaba de mirar a la mujer que apenas una hora atrás se había desplomado luego de presenciar la escena memorable de Giuseppe Ferro pidiendo su mano de rodillas. Ella fue la primera en acudir en su auxilio, luego Dereck se encargo de cargarla hasta el aposento, quiso ver como estaba aún teniendo la visita de su futuro esposo, alias "la bestia Ferro" y el dulce nono. Su padre no se lo permitió, Chan fue el encargado de asistirla junto a dos ayudantes más. Después de retirarse la visita, subió a la habitación, su tía parecía algo perdida, su semblante solo transmitía desolación, trato de romper el hielo. — Tía, ¿te sientes mejor?.— La observo incorporarse en la cama sin tratar de hacer contacto visual, como si aún permaneciera en una burbuja. —Estoy bien Beatríz, te agradecía s