Sus nervios la delataron, en su interior presentía que algo pasaba, no era estúpida para ignorar ese repentino cambio en su comportamiento, de la noche a la mañana parecía odiarla, molestarle su mera presencia. Antes se podía decir que llevaban una relación cercana, cuando solían juntarse la sentía sincera, mostrándose de manera afable y existir cierta complicidad cuando duraba horas muertas contándole sus intensos encuentros con el Italiano. Ella gustosa la escuchaba, le fascinaba ver su deleite al describir con detalles algo falta de pudor lo fogoso que solía ser este en la intimidad, para luego en su soledad sacar sus propias conclusiones, unas acorde a lo que había ocurrido recientemente, al ser abandonada por el misterioso semental. No dejo de mirarla con impaciencia aún con el velo d