—¿Mí Beatríz?.—No soporto la posibilidad de que fuera ella y se alejo antes de que su hombre de confianza revelará su rostro, incluso choco con algunas personas que estaban presente en la escena. Nunca había sentido tanta desolación, temor a perder algo. Sintió la presencia de Lémur detrás de el, estaba acostumbrado a su sombra, a la forma predecible de cuidar su espalda en cada momento. Espero lo peor, cerro los ojos con la intención de mantener las fuerzas, cuando su agonía no podía ser más profunda y desgarradora, hablo. —¡No es ella!. También debe saber que hace unos minutos llegó a la mansión, Ginevra' se acaba de comunicar conmigo, le pareció raro que llegara sin usted.—El alma le regresó al cuerpo, trato de recomponerse mientras miraba hacia el horizonte estrellado, el agua salpic