Gustavo No pude dormir. Después de hacer el amor con Carolina, ella quedó profunda en la cama, mientras que yo me quedé mirando hacia el techo, y como no era capaz de dormir, me quedé leyendo un libro de finanzas que descargué en mi k****e, hasta que me dieron las cinco de la madrugada. Aprovecho la oportunidad para despejar mi mente y escapar un poco de la tensión que rodea mi vida, y salgo a trotar en compañía de mis guardaespaldas, aprovechando el hecho de que a esta hora la ciudad todavía está tranquila, en un marcado contraste con las bulliciosas mañanas de Colombia, el país más madrugador del mundo. A medida que corro por las calles de Miami, observando el hermoso amanecer, no puedo evitar sentir una cierta melancolía por dejar mi país paterno para regresar a este. Colombia s