Fiesta de compromiso

1566 Words
Carolina Mientras me termino de arreglar para la fiesta de compromiso, no puedo evitar sentir un nudo en el estómago. Aunque la noche promete ser maravillosa, no puedo ignorar los problemas que acechan a nuestra familia. La muerte de la familia Peña fue un trágico hecho que sacudió a la sociedad colombiana y puso en peligro la tranquilidad de mi inminente matrimonio con Gustavo y mi embarazo. Pienso en las razones que llevaron a Carlos a ordenar el asesinato de los Peña, y cada vez me resulta más difícil comprenderlo. Los Peña eran una familia influyente, con control político y militar, lo que los convertía en unos aliados importantes para la élite colombiana, que son los que quieren ver hundidos a la familia Orejuela-Bustamante. Además, Jessica Peña, quien hace unos años fue la novia de Carlos y una de mis pocas amigas cercanas, también está en la lista de personas que fueron eliminadas de este absurdo juego de poderes. Parece que Carlos quiere jugar a ser el señor tenebroso, incluso si eso significa cometer actos de extrema violencia. Me duele pensar en cómo Carlos ha tomado un camino tan oscuro y sanguinario. Es difícil reconciliar al hombre que conocí hace unos años, con la persona que se ha convertido en el líder despiadado de la mafia italiana. Aunque en algún momento compartimos una conexión especial, ahora parece que estamos en extremos opuestos del espectro. Siento que Carlos está cometiendo un gran error al tratar de mostrar su poder y dominio a través de la violencia. Esa forma de actuar solo traerá más problemas y enemigos, y pone en peligro a toda nuestra familia. Por otro lado, mi corazón se aprieta al pensar en las consecuencias de su accionar. Él...él podría morir en medio de esta guerra entre mafias. En medio de todas las amenazas y peligros, mi mente se llena de preguntas sin respuestas. ¿Cuánto tiempo podremos mantenernos a salvo? ¿Cómo afectará todo esto a mi matrimonio con Gustavo y a mi tranquilidad durante el embarazo? Me preocupa no solo por nuestra seguridad, sino también por la estabilidad emocional de Gus, quien se ha ilusionado con la idea de una familia unida y feliz. Mientras salgo a mi encuentro con mi prometido, trato de apartar esos pensamientos sombríos y disfrutar el momento. Sé que no podemos controlar lo que sucede a nuestro alrededor, pero sí podemos apoyarnos mutuamente y mantenernos fuertes como pareja. Observo mi reflejo en el espejo una última vez, gustándome cómo luce el vestido plateado que resalta mis curvas. Es como si estuviera preparándome para un certamen de belleza. Me siento cómo una Miss Universo, y es que ya estoy en esa etapa del embarazo en donde las hormonas hacen de las suyas y me siento sensual y poderosa. Al salir de la suite, encuentro a Gustavo esperándome en el pasillo, luciendo impecable en su traje oscuro. A pesar de la seriedad de los problemas que enfrentamos, su sonrisa ilumina mi corazón. —Estás deslumbrante, my love — me dice, acercándose para besarme suavemente en los labios. —Gracias—respondo, tratando de mantener una actitud positiva —. Estoy emocionada por la fiesta, pero no puedo evitar preocuparme por todo lo que está sucediendo. Gustavo asiente, comprendiendo a la perfección, ya que él está sintiendo lo mismo. —Lo sé, cariño, pero debemos mantenernos fuertes y unidos. No dejaremos que nadie nos separe ni nos robe nuestra felicidad. Hoy celebraremos nuestro amor y nuestro futuro juntos. Sus palabras me reconfortan, y juntos caminamos hacia el salón de eventos del hotel, donde nos esperan nuestros familiares y amigos cercanos. Es hora de enfrentar la realidad, pero también de encontrar refugio en el amor y la esperanza que compartimos. A medida que nos acercamos al salón, siento cómo la adrenalina recorre mi cuerpo. Aunque intento mantener la calma, no puedo evitar sentirme nerviosa ante la magnitud del evento. La presencia de los 20 guardaespaldas a nuestro alrededor es un poco exagerada, pero sé que es necesaria para garantizar nuestra seguridad. Es una medida impuesta por Carlos, y aunque al principio me resultó abrumadora, ahora entiendo la importancia de estar protegidos en medio de los peligros que nos acechan. El salón está bellamente decorado, y puedo ver a nuestros amigos y familiares disfrutando de la fiesta, y también noto la presencia de importantes socios comerciales de Café Bustamante y representantes de una famosa revista de farándula internacional. Contrario a lo que muchos puedan pensar, no fue idea de Gus invitar a la prensa a un evento tan íntimo; fue una idea que se me ocurrió a mí, como una forma de distraer la atención de los problemas que está enfrentando la familia. Si la revista se enfoca en nuestra boda y en el importante empresario que es mi prometido, quizás logremos eclipsar por un momento los problemas que la familia Orejuela está enfrentando. Además, no puedo negar que el dinero que recibiré por dejarme fotografiar en este evento exclusivo no vendrá nada mal. En estos tiempos de incertidumbre, cualquier recurso extra puede ayudar a mantenernos seguros y protegidos. Gustavo me mira con cariño, y aunque puede notar mis nervios, me ofrece una sonrisa tranquilizadora. Sabe lo mucho que significó para mí tomar esta decisión y enfrentar la presión de la prensa, pero estoy decidida a hacer lo que sea necesario para proteger a nuestra familia. Nos ubicamos en un lugar central del salón, desde donde todos los invitados pueden vernos. Gustavo toma el micrófono con elegancia, y su voz resuena por todo el salón mientras comienza a decir unas emotivas palabras de agradecimiento a todos los presentes. Observo cómo los ojos de los invitados se posan en nosotros, y me siento agradecida por todo el apoyo y cariño que hemos recibido en medio de tantos problemas. —Hoy es un día muy especial para Carolina y para mí —inicia Gustavo con su discurso —. Nos sentimos profundamente agradecidos de tenerlos aquí, compartiendo este momento tan importante en nuestras vidas —me mira, notándosele el loco amor que siente por mi —. Carolina, mi amor, no puedo describir con palabras lo feliz y afortunado que me siento de tenerte a mi lado. Desde el momento en que te conocí, supe que eras alguien especial, alguien que llegaría a cambiar mi vida de una manera que nunca imaginé. Cada día a tu lado ha sido una bendición, y cada sonrisa tuya ilumina mi mundo de una manera única. Tú has sido mi apoyo incondicional en los momentos difíciles, mi compañera de aventuras, y mi motivación para ser una mejor persona en todo sentido. Gracias a ti, he descubierto el verdadero significado del amor y la felicidad. Eres mi inspiración, mi roca en los momentos de tormenta, y la razón por la que me levanto cada día con una sonrisa y un gozo en mi alma —vuelve a mirar a los invitados —. Hoy, en esta fiesta de compromiso, quiero hacer una promesa ante todos ustedes. Prometo amar y respetar a Carolina en cada instante de nuestras vidas juntos. Prometo... Mientras tanto, no puedo evitar buscar con la mirada a mis amigos. Mi cuadrilla está reunida en una de las mesas, y nuestras miradas se cruzan. Nicolás me sonríe con cariño y le devuelvo la sonrisa. Siempre ha sido mi apoyo incondicional, y sé que puedo contar con él en los momentos difíciles. Sin embargo, cuando mis ojos se encuentran con los de Carlos, un escalofrío recorre mi espalda. Aparto la mirada rápidamente, sintiendo una profunda aversión por ese hombre. Nunca podré perdonarle lo que le hizo a Jessica y a su familia. Si hubiera sido por mí, yo hubiera prohibido su ingreso a esta fiesta, pero Gustavo lo ha invitado. Son medio hermanos, al fin y al cabo. Gustavo continúa hablando, y aunque intento concentrarme en sus palabras, mi mente no puede evitar divagar hacia las preocupaciones que nos rodean. La amenaza del temible Cartel colombiano y los problemas que enfrenta la familia Orejuela nos persiguen constantemente, pero sé que, con Gustavo a mi lado, somos capaces de enfrentar cualquier adversidad. Finalmente, Gustavo termina su discurso y todos aplauden con entusiasmo. Me siento orgullosa de él, de lo lejos que ha llegado y de lo que ha construido. Juntos hemos superado obstáculos y desafíos, y esta fiesta de compromiso es un símbolo de nuestro amor y fortaleza. La velada transcurre con éxito entre bailes, comida y mariachis, y al final de la noche, después de la sesión de fotos con la revista, en donde el protagonista fue mi caro anillo de compromiso que tiene a todos asombrados, ya que resultó ser una esmeralda recuperada de un galeón español que hace siglos zarpó de las playas de Cartagena pero que nunca llegó a su destino, Gus y yo nos despedimos de los invitados para tener una pasional noche en nuestra suite. Mientras caminamos hacia la salida, seguidos por los guardaespaldas y las cámaras de la prensa, siento la certeza de que nuestra historia está lejos de ser común y corriente. Es una historia de amor, fortaleza y valentía, y estoy lista para enfrentar cualquier reto que el destino nos depare. Con la mano de Gus entrelazada con la mía, estoy lista para enfrentar todo lo que venga en este nuevo capítulo como la esposa del empresario más importante del momento.
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