NARRA CLARA —Dime que esto es de verdad. Mírame a los ojos y dime que no estoy soñando. — me pide cuando caemos sobre la cama entre besos. —No estás soñando, esto es de verdad. — le digo levantando su camisa, él hace lo mismo con la mía, admira un poco de mi busto y vuelve a mis ojos como buscando permiso para tocarlos. Tomé sus manos y las guíe hasta mis senos. —Eres libre de tocarme, quiero ser tuya Ángel. — confesé y él se apodera de mis labios una vez más. Me acomoda sobre la cama. —Está vez quiero ser yo quien lo haga. Aunque disculpa mi falta de experiencia. — me dice el muy bello, sonreí y negué. —Sera lo mejor porque habrá amor entre los dos Ángel. — le digo, él asiente y comienza un camino de besos por todo mi rostro, me dio un beso en mi nariz, en mis ojos. Besa y succion