NARRA ÁNGEL
—Calma, para todo hay solución Ángel, menos para la muerte. Esto qué pasó no será el fin del mundo. Tienes que hablar con la verdad y ser sincero con Clara, estoy segura de que ella entenderá. Además, literalmente hablando, si me lo preguntas a mí. Por lo que me cuentas que pasaron las cosas, fue ella quien abusó de ti. — dice mi abuela levantando sus manos. En un gesto tan gracioso que no pude evitar carcajearme ligeramente. Llegamos a la casa después del club y para nuestra sorpresa nuestra abuela nos esperaba con café y galletas en la sala. La abuela Jimena es increíble y es por eso por lo que cuando ayudé a Alana a llevar a Clara a la habitación de invitados. Yo bajé a buscar algo de tomar pues ese trago me había lastimado la garganta. Fui interceptado e interrogado por la bella señora frente a mí, sobre el que me tenía tan contrariado y aunque traté de mentir, mi abuela siempre tiene la manera de sacarme la verdad. No tuve opción más que contarle toda la situación, tal vez dirán que soy un poco hombre por haberle contado algo tan íntimo, pero es que todo esto es nuevo para mi y con la única persona que podría hablar, está a miles de kilómetros en Tokio. Así que mi abuela era la única disponible para ayudar a guiar mis pensamientos y a darme un consejo de qué hacer.
—Ella estaba ebria, abuela, no controlaba sus acciones. En sus cinco sentidos, eso no hubiera pasado. — aceptando que Clara jamás se hubiera acercado a mí por voluntad propia, al menos no de esa manera.
—Ella debe de recordar algo, cariño. Me duele mucho que te pasara esta situación, y en especial que todo el dolor que esa niña tiene en su corazón sea por culpa de tus primos, a los que me encargaré de hacer pagar tarde o temprano. — me dice y esa fiereza en su mirada me causa algo de temor.
—Vamos a descansar, más tarde buscas explicar y hablar con ella. Cuando estén más tranquilos y completamente sobrios ambos, iré a ver si Alana no necesita nada. — asentí y me fui a mi habitación. Me di un baño para ayudar a calmar un poco mi ansiedad. Algo muy extraño me sucedió cuando estuve desnudo dentro de la ducha y es que caí en cuenta que mi amigo había sido utilizado como se debe por primera vez y de la mejor manera posible. Los recuerdos de ese momento golpearon mi mente y mi cuerpo quiso activarse ante las sensaciones que me envolvieron, pero la imagen de la última frase que me dijo mi Diosa y recordar sus gestos, hizo que todo se disipara de manera inmediata. Se que no lo hizo con la intención de lastimarme, tengo mi mente hecho un nudo. ¿Por qué la vida tenía que ser tan complicada? Las teorías de Newton, Galileo y hasta las del mismo Albert Einstein, eran más sencillas de entender que la relación entre los seres humanos, ya que, entre los sentimientos, emociones, acciones y relaciones, nos vuelven muy complejos en este mundo paralelo.
La mañana llegó y junto con ella, llegó mi hora de enfrentar a Clara, desayune junto con mi hermosa abuela y mis hermanas Sol y Liz. Agradecía que Clara seguía dormida, todavía no me sentía con el valor suficiente para verla a la cara. “¿Qué diferencia hacen unos minutos más o unos minutos menos, Ángel?” me gritaba mi subconsciente. Un solo minuto puede ser de gran diferencia para muchas cosas.
—¿Estas bien, Ángel? Estás muy callado, digo, siempre has sido de muy pocas palabras, pero hoy te siento como preocupado. — me pregunta Sol, quien está sentada frente a mí.
—Todo bien hija, es que tu hermano está muy pensativo entre la universidad que desea estudiar y dejarnos para irse muy lejos. — Dice mi abuela abrazándome por la espalda aprovechando que estoy sentado en el comedor.
—Estudia lo que te gusta hermano, consejo sano, mira cual tiene el mejor programa para ti y quien te ofrece mayores beneficios. Las universidad son las que se mueren por tenerte así que, no te conformes con poco ve por todo. — me dice Liz. Mis hermanas decidieron estudiar para ser licenciadas en Literatura y Lingüística. Mi hermana Sol está trabajando para una editorial y Liz está emprendiendo como escritora, en plataformas digitales y le va muy bien. Sus libros tienen una muy buena aceptación, aparte que el romance, misterio y nudos dentro de sus historias, son muy buenos. Ambas se han enfocado en sus carreras y no en el mundo real muy afuera de su mundo literario. Lo que me preocupa porque ellas están muy enamoradas de la idea del amor y no deseo que el primero que se les acerque las lastime.
—Si, eso haré. — le digo levantándome junto con ellas para llevar la vajilla a la cocina. Me quedé en el patio jugando con Linda, la perrita de Liz. Una pequeña chihuahua, super traviesa que se roba la atención de todos de vez en cuando. Entró de nuevo a la casa y ahí estaba sentada de espaldas sobre el desayunador, llevándose un bocado a la boca. Me acerco a ella y se asusta al verme muy cerca detrás de ella, le pido que hablemos. Ella me mira con pesar posiblemente se acuerde como dijo mi abuela, ella como siempre llama mi atención por no verla a los ojos cuando le hablo. Le vuelvo a pedir que hablemos y parece notar que es algo serio, subimos hasta el cuarto donde se quedó a dormir y yo siento que hasta las mano me sudan, divago un poco y ella me insiste en que le cuente lo que pasa hasta que dejo salir la frase que puede significar el fin de nuestra amistad. Respiro profundo y comienzo para explicar lo que pasó la noche anterior entre nosotros. Veo que ella ha quedado muy impresionada, sus ojitos se llenan de lágrimas, lo que me hacen reaccionar e ir hasta ella y quedar sobre mis rodillas frente a ella tomando sus manos. Me vuelvo a disculpar por lo ocurrido y no me esperaba que ella me abrazara y me dijera que se recordaba de todo lo qué pasó. Ese abrazo y sus palabras me devolvieron la vida. Se que lo qué pasó entre nosotros fue meramente un error, fue por eso que le pedí que no se alejara de mi debido a esto. Ella acepto, y eso me hizo muy feliz.
—Bueno, ahora termina de comer. — le digo ella asiente y continua tomando pequeños bocados. Escuchamos su teléfono sonar, ella lo toma y ve la pantalla, luego avienta el teléfono sobre la cama. Algo cerca de mi y pude ver que la llamada era de Liam. Miro que mi Diosa comienza a llorar silenciosamente, mientras comía y me duele saber el caos que debe ser su cabeza y su corazón en este momento. “Lo superarás mi diosa. Yo te ayudaré, nunca más te volverán a lastimar.” Debo dejar mis sentimientos a un lado en este momento. Ella ya estaba afectada y lo nuestro solo vino a complicar todo un poco mas. Yo ya he callado mis sentimientos por ella y ahora que ya los conoce no pienso dejar de luchar por ganarme su amor, aunque eso me lleve mucho tiempo.