Mas allá del Destino

¡TREMENDO GOLPE!

CAPITULO 2

Aunque estoy un 99% segura que esto no es real, me preocupa que después del tremendo golpe que me pegué, me haya vuelto loca y esté desvariando, se supone que soy la Emma de 23 años, en esta época ya llevaba un tiempo junto a Benjamín, ¿por qué madre dice que acabo de volver de la universidad? estudié para ser restauranteur, pero eso sucedió luego de casarme con Ben y lo hice a escondidas. Nunca terminé mi carrera universitaria en comercio exterior porque luego de la boda abandoné todo por el hombre que amaba.

El resto de la historia ya todos la sabemos de memoria.

Me revisan 3 doctores diferentes preguntando lo mismo, cómo me llamo, que edad tengo, con quien vivo; les digo lo que recuerdo y me envían a hacerme un TAC de cabeza, me siento un poco claustrofóbica mientras estoy en la máquina, esto es horrible y frustrante, no puedo evitar que un par de lágrimas broten de mis ojos, no imagino una vida sin mis hijos; mis pequeños bebés, ambos tan parecidos físicamente a su padre, Jacob a sus 4 años ya asiste al jardín de infantes y es tan organizado e inteligente que me hace sentir cada día más y más orgullosa, es el más parecido a Ben de los dos; por otro lado mi hermoso Christian, demandante y toda una fuerza de la naturaleza, en su personalidad es más parecido a mí, espero que no demasiado, volveríamos más loco a mi pobre esposo de la que ya lo hacemos.

Poco tiempo después que me llevan a la habitación, y luego el medico viene para decirle a mi madre que tengo una pequeña infamación en el cerebro y que este puede ser el motivo de mi pérdida de memoria y mis desvaríos, le dice también que deberán dejarme en observación por 48 horas y que luego me darán el alta, con medicamentos que me ayudaran a que la inflamación baje y que supuestamente luego de eso debo volver poco a poco a la normalidad, como si eso fuera posible, la única normalidad para mi es estar en casa con mi esposo y mis hijos.

Cuando el doctor se va me quedo con mi madre y analizo la situación, si esto es como esas películas donde la protagonista tiene que encontrar la epifanía para volver a su verdadera realidad, lo primero que tengo que hacer es indagar en mi supuesta vida y averiguar qué es lo que el destino quiere que descubra y aprenda, paso 1 investigar, paso 2 recuperar mi esposo, paso 3 tratar de no matar a nadie.

Cuando nos quedamos solas, procedo a mi investigación.

— Madre, dices que tengo 23 años, no sé qué se supone pasó con mi vida, así que necesito que me digas, ¿Dónde está Benjamín madre? ¿Qué pasó con él en este tiempo? — por supuesto lo primero que quiero saber es donde está mi hombre, no lo puedo recuperar si no sé dónde se encuentra.

— Pensé que habías superado esa obsesión Emma.— Si claro, parece que no me conoce esta mujer y eso dice que me trajo al mundo.

— Lo mío por Ben es amor verdadero madre, como te atreves a decir eso. — Si estoy un poquito obsesionada con él, pero lo amo con locura también.

— Emma, ¿acaso se te olvidó lo que pasó hace unos años? — parece que la que está amnésica es ella le estoy diciendo que no se nada.

— Al parecer no recuerdo nada de mi vida madre, ponme al día— Realmente estoy curiosa por saber qué fue lo que hice.

— Cuando saliste de la escuela te tomaste un año sabático para viajar por Europa, estabas devastada y querías dejar atrás todo lo sucedido. — ¿Devastada? Esto no augura nada bueno.

— ¿Qué fue lo que hice? — Mi madre arruga la cara y niega.

— Te emborrachaste el día de tu graduación, entraste sin permiso en casa de los Black, fuiste a la habitación de Ben y te metiste desnuda en su cama. — Suelto una risa muy divertida, imagino la cara de Ben al verme a sí en su cama, casi habría querido que eso sucediera en realidad.

— Totalmente algo que yo haría. — Digo aun riéndome imaginando la situación.

— No te burles Emma, estabas devastada después que Ben te rechazara y nos llamara para que fuéramos por ti, estuvimos distanciados de los Black por casi un año por ese incidente, luego de esa noche te fuiste viaje y decidiste quedarte estudiando en Londres, no habías querido volver ni siquiera para navidad, estabas muy herida por el rechazo de ese chico. — Dios, ¿y si eso hubiera pasado de verdad? No quiero ni pensarlo.

— ¿Qué sucedió con él? Digo, en todo este tiempo. — mi madre duda un poco pero luego decide contarme todo.

— Lo que se esperaba, está frente del negocio de su padre, le va muy bien y se casó hace poco más de un año con su novia de toda la vida. — Sucedió lo que yo pensaba, como yo no intervine, ellos nunca se separaron.

— Madison Reed. — Digo con un nudo en la garganta.

— Se dice que son muy felices. — Trato con todas mis fuerzas que esto no me afecte, que no me duela, pero, aunque no sea real no dejo de sentir como si algo así como un puñal se enterrara en mi pecho.

— No quiero vivir en un mundo en el que Ben y yo no estamos juntos. — Digo casi llorando.

— Emma tienes que olvidarte de él. — Como si eso fuera posible.

— Nunca madre, él es mi destino. — Digan lo que digan, él y yo debemos estar juntos, somos almas gemelas, debo salir de aquí y comenzar a idear un plan para volver todo a su lugar.

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Luego de las 48 horas reglamentarias me dan el alta y le dicen a mi madre que puede llevarme a casa, papá estuvo aquí visitándome, pero como está a cargo de la empresa no pudo quedarse tanto como quisiera. Nos dan las recomendaciones y medicamentos, además me dicen que tengo que venir en una semana para seguimiento de mi supuesta amnesia.

Cuando voy saliendo del hospital veo a Edward caminar cerca de mí y me emociono de inmediato al ver una cara conocida, le llamo y el me mira extrañado, arruga el ceño como tratando de ubicar de donde nos conocemos.

— Edward, soy Emma. — Le digo, técnicamente para esta época aún no éramos amigos y nunca nos habíamos visto, pero él no tiene por qué saberlo.

— Disculpa ¿de dónde nos conocemos? — Pregunta entre extrañado y curioso, en esta realidad soy una total extraña para él, pero también es cierto que voy a necesitarlo pronto.

— No me lo creerías su te lo contara. — Le aseguro muy seria. — Sé que llegaste hace poco a la ciudad y estás haciendo tu residencia, quieres una mascota, pero no tienes tiempo, amas mucho a tu madre y la echas mucho de menos y quisiera que viviera más cerca — El abre los ojos sorprendido y yo sonrío con suficiencia — Voy a necesitar tu ayuda con algo pronto, me darías tu número. — Necesito tener su contacto, tengo que ir atando los cabos, luego de dudarlo un poco el por fin acepta.

— Claro — Me da su tarjeta y yo la guardo en el bolsillo del pantalón que llevo puesto.

Me despido y le digo que pronto me pondré en contacto con él, luego asiente y se va.

— ¿De dónde conoces a ese hombre Emma? — Pregunta mi madre curiosa. — Es muy guapo. — Ruedo los ojos, que no quiera metérmelo por los ojos ahora.

— Es un amigo madre. — Le contesto sin darle mucha importancia.

— No parecía conocerte. — Bueno pues ya lo hizo, pienso.

— No lo hacía, ahora las cosas se pondrán en su lugar. — Hablando de eso, hay algo que debo hacer y necesito la ayuda de mi madre. — ¿Puedo pedirte algo importante? — Pongo ojitos de cachorro, porque cuando sepa lo que es, va a negarse rotundamente.

— Lo que quieras hija. — Responde de inmediato.

— Me gustaría ver a Ben mamá. — Ella niega de inmediato, sabía que iba no iba a aceptar fácilmente.

— No creo que sea algo conveniente. — Responde poniendo mala cara.

— ¿Podemos al menos pasar frente a su casa? quiero saber cómo es su vida sin mí a su lado. — Mi madre lo piensa por un momento, pero luego toma una respiración profunda y contesta.

— Esta bien, pero si llama a la policía, voy tener que ingresarte en un psiquiátrico. — Sonrío y aplaudo feliz y luego la abrazo emocionada, voy a ver a mi hombre al fin.

— Prometo mirar desde lejos y nada más. — No sé cómo voy a controlarme y no salir corriendo a buscarlo, debo primero ver como es la situación.

Salimos del hospital y mi madre conduce a un lugar modesto de la ciudad, es un buen sector, pero para nada lujoso como en donde vivimos él y yo, se ve que tiene una vida sencilla y nada ostentosa junto a Mads, no sé si seré capaz de soportar ver al amor de mi vida en brazos de alguien más; mamá aparca el auto cerca de la casa de Ben y nos quedamos un buen rato vigilando, Mads está sentada en el porche del jardín con un perro acostado a sus pies. Un rato después veo el auto de Ben aparcar en la acera; al verlo llegar Madison se levanta con una gran sonrisa, camina a su encuentro y él la toma en sus brazos, la saluda con un gran beso y luego se agacha para acariciar al perro que está saltando a su lado, luego entran a la casa tomados de la mano y yo siento como si mi corazón fuera apretado por un puño, ver al hombre que amo, con quien he pasado casi una década de mi vida, mirar y besar a otra mujer que no soy yo me destruye de una manera que no pensé que nada en este mundo podría hacerlo, no lo soporto más y rompo en llanto, mi madre al verme de esta manera arranca el auto y nos lleva a casa.

Lloro todo el camino, esta es la peor pesadilla de mi vida, no sé cuánto tiempo más podré soportar estar sin mi esposo y mis hijos.

Llegamos a casa y papá me recibe con un fuerte abrazo, no quiero hablar con nadie, solo deseo irme a mi habitación y meterme debajo de las sabanas, cosa que hago rápidamente, lloro un poco más hasta quedarme dormida, es la primera vez en muchos años que estoy tantas noches separada de Ben.

La mañana siguiente me despierto con un insoportable dolor de cabeza, me siento embotada y me molesta la luz en los del sol, abro los ojos lentamente, al principio estoy desorientada, pero luego caigo en cuenta de en donde estoy, cierro nuevamente los ojos, los aprieto y suelto un quejido de frustración, de pronto escucho la voz de una de las personas que más quiero en este mundo hablarme:

— Se encuentra bien Señorita Roberts — Abro de nuevo los ojos, miro a mi derecha y ahí junto a mi cama vestida como el resto del personal de servicio de la casa se encuentra Lauren. — Su madre me pidió que trajera sus medicamentos para el dolor para que los tome. — Casi lloro de felicidad al ver a mi mejor amiga justo aquí a mi lado.

— ¿Lauren? ¿Qué diablos haces aquí vestida de sirvienta?