LAUREN

1850 Words
CAPÍTULO 3 No puedo creer lo que ven mis ojos, no soporto más esto, me levanto de la cama y la reprendo. — ¡Lauren! ¿Qué haces aquí vestida así? ¿Por qué no estás en la universidad? — Ella me mira sorprendía y responde un poco dudosa. — Trabajo medio tiempo aquí señorita Roberts, para mis gastos universitarios — Recuerdo aquella noche cuando fue a casa a decirle a Joan que hablara con Ben para que la dejara trabajar medio tiempo con el servicio, para tener dinero para sus gastos, quería un poco de independencia de su abuela y yo con mi restaurante le dimos eso, trabajo y vivienda; como aquí eso no pasó nunca, ella buscó trabajo en lo que conocía. — ¿Señorita?, no vuelvas a llamarme así, eres mi mejor amiga. — Ella siempre ha sido y será como una hermana para mí y no quiero verla haciendo algo que odia, siento mucho respeto por el trabajo doméstico, pero Lauren no nació para trabajar en eso, es la primera de su familia en asistir a la universidad, tiene demasiados proyectos, esto solo agrandará su problema de autoestima y la alejará de su objetivo. — No lo creo señorita, discúlpeme tengo que terminar mi trabajo. — Se va hacia la puerta para salir y corro detrás, la agarró del brazo y no dejo que salga, ella jadea un poco asustada por mi arrebato. — Quítate el maldito delantal, esto es el colmo ¡nos vamos de aquí ahora mismo! — Comienzo a tratar de quitarle el delantal y ella forcejea un poco conmigo. — ¡Señorita Roberts! — Grita mientras yo parezco más una loca que quiere violarla; ella logra apartarse de mí y yo comienzo a llorar de frustración mientras me tiro al piso, no me gusta este mundo en el que estoy, quiero volver a casa junto a mi marido y mis hijos. — Eres la primera persona en el mundo que me ofreció su amistad de forma desinteresada Lauren— le digo entre lágrimas. — Eres buena, honesta y leal a pesar de que la bruja de tu madre te abandonó, estás aterrada de ser como ella, pero no es así, tu abuela te crío y lo hizo muy bien — Ella está mirándome con la boca abierta supongo que por el asombro— Tu laptop se dañó y decidiste que necesitabas dejar de depender de Joan y quitarle un poco la carga porque te sientes culpable, pero ella nunca te ha visto como nada de eso porque es el ser más dulce y bueno del mundo que te ama con todo su corazón y solo quiere tu bienestar aunque parezca un soldado nazi malvado —Sorbo por la nariz y la miro a la cara, ella está bastante sorprendida, pero luego se arrodilla frente a mí y me abraza, yo lloro por un buen rato en su hombro porque quiero que esta pesadilla termine y volver a mi vida, pero no sé qué es lo que debo hacer. Ella me suelta me mira y dice: — ¿A dónde vamos señorita? — Sabía que me entendería, Lauren y yo tenemos una conexión cósmica, sabía que podía convencerla. — ¡Ya deja de llamarme así j***r! Soy Emma, tu maldita mejor amiga y nos vamos a recuperar mi negocio y poner al universo en su lugar. — Le explico, ella se levanta y luego me da la mano para que yo pueda hacer lo mismo también. — Debo arreglarme primero y tú ve a cambiarte, tenemos mucho que hacer hoy. — Hay que ir a ver en el que condiciones está el sitio donde debería estar el restaurante, espero no lo hayan vendido, si es así tendré que hacer lo que sea para recuperarlo. — Pero ¿y mi trabajo?, realmente lo necesito. — Ruedo los ojos porque al parecer no ha entendido nada. — Ahora trabajas para mí y mi primera orden es que me llames Emma, ahora ve a cambiarte, ese uniforme es horrible, no queremos darle más motivos al viejo Bowen para que se ensañe contigo. — Todavía no me olvido de todo lo que hizo para separar a Lauren de Julián. — ¿Quién es el viejo? — Cierto que eso aún no sucede, ahora que lo pienso, tengo demasiado trabajo por hacer. — El mismo diablo, ve a cambiarte, nos vemos en media hora. — Ella asiente y sonríe ampliamente, sale de la habitación y yo me meto al baño, real o no, no puedo vivir en un mundo en el que las cosas están patas para arriba, voy a poner todo en su lugar, no soy conocida por dejarme llevar por la corriente, desde que aprendí a luchar nunca volví a rendirme. Media hora después bajo las escaleras y veo a Lauren vestida con jeans y camiseta esperándome junto a mi madre, cuando me ven bajar me miran ambas muy serias — Madre, ¿¡cómo te atreviste a ponerle un uniforme de sirvienta a Lauren!? — Le reclamo muy molesta con ella. — Me rogó que la empleara, Evangeline me advirtió que estaba con esas ideas locas de independencia de su abuela y de los Black, que todos se habían negado a dejarla trabajar limpiando en su casa y que Ben le ofreció un puesto de becaria en la empresa, pero anda terca que no quiere limosna, al menos aquí puedo cuidar de ella. — Como siempre mi hombre tratando de proteger a los que ama, él adora a Lauren, seguro se cansó de pedirle que trabajara con él. — Le dije a Ben, que cuando termine la universidad, por ahora quiero hacer cosas por mí misma. — Típico de ella, si supiera todo lo que la vida le tiene guardado... — Pues ahora estás a mi cargo. — Le respondo sin darle oportunidad a que alegue nada. — Madre, ella ahora trabaja para mí ¿está bien? — Mi madre asiente y le habla a mi amiga: — Por favor Lauren no dejes que haga ninguna locura. — Como si alguien pudiera detenerme, pienso divertida. — Por supuesto Señora Lucille. — Contesta enérgica, se nota que le gusta esta nueva dinámica laboral. Me acerco cautelosa a mi madre y la tomo del brazo, ella es parte fundamental de la segunda etapa de mi plan. — Madre, necesito que hagas algo por mí a más tardar para mañana en la noche. — Sé que ella estará un poco reticente, pero estoy segura de que sé cómo convencerla de hacer lo que yo quiera. — ¿Qué necesitas que haga? — Pregunta desconfiada. — Quiero que invites a cenar a los Black, necesito su ayuda con algo y no sé cómo reaccionarían si fuera a su casa de sorpresa. — Comienza a negar con la cabeza, imagino la vergüenza que pasó por mi culpa. — Emma...— No la dejo hablar, la interrumpo para que sepa que no planeo nada que los ponga en vergüenza. — No es nada malo, madre, te prometo que no volveré a hacer una estupidez como la última de nuevo. — Ella encoge los ojos y yo le doy mi sonrisa más inocente. — Tengo estupideces nuevas en mente. —Bromeo, pero al parecer no está para bromas. — No Emma — la abrazo y no dejo que su imaginación siga volando. — Estoy tomándote del pelo, ¿puedes ayudarme? ¿Por favorcito? — Le hago pucheros y pongo ojitos de cachorro, mi madre nunca se ha podido negar a eso, siempre me funciona. — Está bien, pero te advierto que tu padre se molestara mucho si haces algo indebido Emm. — Sabía que aceptaría y mi padre, ese también es pan comido, el hombre me ama. — Es una reunión de negocios madre. — Luego le pido las llaves de uno de los autos y me pongo en marcha con Lauren hacia el centro, no puedo perder más tiempo. **** ****** ****** **** El contacto para la compra del sitio donde abrí mi restaurante lo hizo Julián, pero recuerdo donde vivía la anterior dueña del lugar así que voy hasta su casa luego de cerciorarme que el sitio sigue siendo una pocilga y que puedo ofrecer por él, recuerdo la historia que me contó Julián a cerca de la muerte del esposo de la mujer. Llegamos a la casa y timbro hasta que ella sale, recuerdo perfectamente su cara triste cuando firmamos los papeles de compra aquella vez, espero poder recuperar mi restaurante y que todo siga su curso. La saludo y le explico que quiero comprar el espacio donde funcionaba su bar, ella me dice que está en negociaciones con una empresa de arquitectura que quiere demolerlo y que le ofrecieron muy buen dinero, le digo que le daré el doble o el triple de lo que le ofrecen si me lo vende a mí y también que no pienso acabar con el sitio que tantos recuerdos le trae, que solo haré unas renovaciones para convertirlo en un restaurante; luego de un poco de persuasión de mi parte, acepta el trato así que quedamos en vernos por la mañana junto a mi abogado para que comencemos con los trámites, ella llama a su agente inmobiliario y le dice que no le venderá el lugar a los arquitectos y que debe estar a primera hora mañana en el sitio para tramitar con la persona a quien decidió que si iba a venderle. Salgo triunfante de ahí y voy con Lauren a la empresa de mi padre, hay que atar cabos y para eso soy la mejor. Cuando llegamos a la empresa, pido hablar con el siguiente eslabón de esta historia, tomamos el ascensor y cuando llegamos a nuestro destino un Julián muy sonriente nos recibe. — Emm, ¡cuánto tiempo sin verte! — Me abraza con mucho cariño, él y yo siempre fuimos muy buenos amigos, de hecho, creo que su padre esperaba casarlo conmigo. — Estás muy linda, ¿qué hiciste todo este tiempo? — Se me olvidaba que en este mundo en el que estoy me largue cuál cobarde por unos años. — Sí, sí, estuve por ahí viviendo mi vida, fin. — No vine a hablar de las tonterías que hice aquí, vengo a organizar la vida de todos incluyéndome a mí y a mi Superman. — Necesito de tus servicios como amigo y como abogado, ¿conocías a mi asistente personal y mejor amiga Lauren Wilson? — Me aparto y le señalo dónde está mi amiga. Por primera vez desde que llegamos él la nota detrás de mí y creo ver un brillo en sus ojos, me felicito mentalmente por ser tan asertiva — Pequeña Lauren — Dice en un tono un poco ronco, hasta donde sé él siempre le tuvo ganas a mi amiga. — No soy pequeña, tengo 20 años. — Responde molesta, ¿por qué será que esto se siente como un déjà vu?... ya puedo escucharlas "clan clan" ¿ustedes no?, son campanas de boda chicas y yo pensando que me costaría más.
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