Sus labios toca su boca, la suavidad hace que su corazón se derrita más por él. Derek la envuelve con sus manos, mientras aquel beso lleno de mentiras y ceguedad parece real. Derek hace que el pinta labios de Zamira desaparezca casi por completo, se fundió en un beso profundo, quizás tan profundo como el fondo del mar. —¿Lo ves?. No estoy asustada— Le deja en claro al separase de sus labios. —Ya lo veo. Ha sido el mejor beis que me han dado, aunque supongo que me has dado muchos más, pero este es el que recordaré sin memoria— Le dice bajo los efectivos de sus caricias. Zamira se retira finalmente de la habitación, al salir muestra lo que verdaderamente siente. Estaba aterrada, Derek tenía sentido común y sospechaba que había mal en ella. No podía darle la razón y prefirió besarlo. E
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