La primera vez.

1013 Words
Derek era un poco brusco, sus besos eran deliberadamente sofocantes. Era como si deseara lastimar aquellos labios que alguna vez lo desearon. De una forma imprevista, Derek abre las piernas de Zamira. Intenta bajar su pantalón, mientras se detiene a mirarla a los ojos con una sonrisa frustrante. Podía notar que Zamira estaba intensamente nerviosa, se aprovecharía de ese sentimiento que la dominaba. Cuando Derek estuvo a punto de infiltrarse en ella, Zamira logra detenerlo con un fuerte grito. —¡No!— Exclamó a gran voz. Derek se detuvo ante aquella negatividad, sin embargo hizo caso omiso e intentó continuar. —¡Detente por favor!. Soy virgen— Le dijo con gran desesperación. Unas lágrimas se cuelan en la mejilla de Zamira, estaba muy aterrada, no esperaba que su primera vez fuese así. Derek se levanta calmado del cuerpo de Zamira. Camina hacia la ventana y luego se sirve una copa de whisky. —¡Muy bien!. Ahora saldremos a resolver tu problema— Le dijo. Derek se viste rápidamente. Pocos minutos después, toma a Zamira de la mano y salen juntos del hotel. —¡Dame la llave de mi coche!— Le dice al que parquea los autos. Zamira y Derek suben al auto, sin mediar palabras, el conduce, su silencio es un poco perturbador. Diez o quince minutos después, finalmente, Derek detiene su auto frente a un Night club. —¿Qué hacemos en un lugar como este?— Pregunta confundida. Sin embargo, Derek no responde. Sale del coche y saca a Zamira bruscamente. Pronto una empleada lo atiende, Derek se acerca a su oído y habla con ella. Pocos segundos después, le hace entrega de una llave. Aquella empleada, guía a Derek hasta una habitación. —¡Esta es su habitación!— Dice la empleada antes de retirarse. Abre la puerta y entran. Zamira está muy confundida, no tiene idea de lo que podría estar haciendo allí. —¿Qué hacemos en un lugar como este?— Pregunta una vez más. Antes de que pudiese responderle, tocan la puerta. Derek se apresura a abrir. Un hombre fuerte y con poca ropa entra a la habitación. El corazón de Zamira da muchos saltos en su pecho, se siente sofocada, desea mejor mantener su mente en blanco. —¿Qué hace este hombre aquí?— pregunta mientras se acerca a Derek. —Como dijiste que eres virgen, él hará que ya no lo seas. No voy a estar contigo si aún lo eres— Dijo duramente, no mostraba ninguna emoción ante eso. Zamira se angustia, no podía creer que haya ido a ese lugar para que un desconocido tomara su inocencia. —¿Es una broma?. —Zamira no es ninguna broma. No te daré el gusto de que seas mía por primera vez, eso sería un premio para ti. —Derek no puedes hacerme esto por favor— Le ruega mientras se aferra a su brazo. Derek aleja a Zamira con fuerzas, sin responderle nada más, decide salir de la habitación y encerrarla. Zamira corre hasta la puerta e intenta abrirla pero todo lo que hace es en vano. —¿Quién es él?— Pregunta aquel desconocido. —¡Es mi esposo!— Se limita a decir aterrada. Aquel desconocido empieza a caminar hasta Zamira, lo niña la pone muy nerviosa. —Aléjate de mí por favor, no quiero que me toques— Le decía con lágrimas en sus ojos. —No te preocupes, no lo haré, no lo daré el gusto a tu esposo de hacer algo contra tu voluntad— Le responde. Zamira se sorprende al escuchar esas palabras, simplemente no podía creerlo. —Seguro él te pagó para para que dijeras eso. —¡No!. Jamás lo había visto hasta que entre a esta habitación. —¿Me dejarás ir?. —Después de al menos una hora si. Le haremos creer a tu esposo que perdiste tu virginidad. —¿Esto es en serio?— preguntó una vez incrédula. —Lo digo muy en serio, no soy el tipo de hombre que forza a una mujer— Una vez más le replica. Durante aproximadamente una hora, Zamira estuvo sentada en un rincón del suelo, tan solo esperaba que el tiempo pasara. No podía parar de llorar, sus ojos se habían hinchados por el tiempo que tenía inundada en aquella tristeza. Finalmente, cuando había terminado el tiempo, se escuchó que la puerta se estaba abriendo, así que, Zamira fingió está poniéndose sus zapatillas. En ese momento, Derek vuelve a ingresar a la habitación. Sin decir nada, el hombre desconocido se marcha. Zamira se levanta del borde de la cama y finge estar bien, aunque es mas que evidente que no había parado de llorar. —¿Qué te pareció tu primera experiencia?— Le pregunta burlándose. —Eres un maldito, no te perdonaré esto jamás— Le dice mientras intenta salir corriendo de aquella habitación. Derek va detrás de Zamira hasta jalarla del brazo y dominarla. Una vez más, entran al coche. Derek conduce hasta la casa de Zamira en silencio, aunque no se podía borrar una tonta sonrisa de su rostro. —Espero que te pudras en tu venganza— Fueron las palabras de Zamira al bajar del auto. Zamira entra a su casa y en silencio sube hasta su habitación. Se preguntaba como un hombre podría tener las agallas de comentar semejante barbaridad. Se entró a ducharse, al menos pensaba en que Derek no se había salido con la suya. Aquel hombre tuvo una gran consideración con ella. —Derek es un idiota, algún día se dará cuenta de todo lo que ha hecho— Dijo con gran dolor. La mañana siguiente. Una llamada en el móvil hace que Zamira abra sus ojos. Sin mirar bien la pantalla, contesta el celular. —¡Hola!— Dice al responder. —Quiero que estés aquí en una hora, te espero en mi oficina— Le dijo Derek de manera exigente. Derek cuelga la llamada, Zamira sabía que definitivamente, él haría que su vida sea un infierno.
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