Capítulo 8

1358 Words
PATCHING HEART ❤️ EROS Habíamos perdido la primera hora de clases, pero Anthea se encontraba tranquila y relajada, lo que me beneficiaba a mi también, por supuesto verla dormida a mi lado fue algo interesante, pero yo sabía que solo fingía estarlo, había escuchado sus palabras, era imposible el no haberlo hecho. No menciono nada más y ambos vamos a clase de historia. — ... Alejandro Magno, fue un precedente para la historia humana, a la edad de entre 17 y 21 años Alejandro desarrollo una increíble inteligencia militar y visión estratégica, lo que lo convirtió en un conquistador sin igual, el defecto más grande de la personalidad de Alejandro fue su mal carácter, lo que hizo que fuese alguien extremadamente perfeccionista y meticuloso, NO confiaba en todos y ante la más mínima falla de quienes le ayudaban enfurecía sin falta — comenta el profesor. Anthea a mi lado toma apuntes hipnotizada por la historia del joven conquistador, si, Alejandro fue también determinante para mi familia, después de todo fue él quien nos dió un lugar en su gran imperio, Alejandro logró lo que muchos en toda su vida JAMÁS podrán. Anthea sonríe ante la más mínima mención de acontecimientos en los que parece que la acción de los dioses griegos están involucrados, de hecho,aunque Alejandro Magno o Alejandro de Macedonia fue un gran estratega o conquistador, reconoció que las cosas no eran solo parte de si mismo sino de la acción de seres superiores en su vida. [...] Las clases transcurren una tras otra, y la fantasía de la mañana me atrapa sorprendido por momentos, estaba claro que yo no debía dejar que lo que estaba experimentando tomara el control de mi, sí, se me había confiado el cuidado de Anthea, pero por dónde van mis pensamientos no soy la persona más apropiada. «Son el catalizador del otro» las palabras de mi tía Persefone hacen eco en mi mente, si, un catalizador es como una medicina, pero no es efectivo cuando lo tomas intentando reemplazar el anterior, eso es lo que pienso mientras guardo algunas cosas en mi casillero y saco algunas otras. De pronto la vibración en mi teléfono me saca de mis pensamientos y análisis racionales. — Hola, Vul ¿qué pasa? — pregunto al teléfono — Hola hermano, oye tú querías hablar con Eon ¿aún quieres hablar con él? — pregúntame hermano al teléfono tomándome por sorpresa — Si, si así es, aún quiero hablar con el ¿por qué? — pregunto cerrando mi casillero y dando un par de pasos hacia atrás. — Ahm, sé que tienes planes para hoy después de clases, pero puedes venir rápidamente a casa y luego hacer lo que tengas pensado, Eon, accedió a venir acá para hablar contigo — dice — Bien, entiendo, me servirá para despejar la mente y sacarme de duda — digo y camino a la entrada del edificio — Bien, nos vemos entonces — dice y terminamos la llamada. En ocasiones envidio a mi hermano, es como si su vida fuese libre de preocupación y problemas, claro está que no conozco todo a lo que se enfrenta, pero sin duda es más sencillo lidiar con sus preocupaciones que con las estupideces en las que yo tenía que pensar y luego decidir. A lo lejos logro ver a una chica sobre la Ducati, el cabello oscuro dandome la espalda es lo primero que veo, hasta que estoy más cerca, el aroma me envuelve. — Anthea, ¿qué haces? — pregunto y ella se gira con una sonrisa — Eros, te esperaba, dijiste que luego de clases nos iríamos juntos — dice pasando una mano por su cabello echándolo hacia atrás. — Ehm si, así es, pero tengo que atender un par de asuntos en mi casa familiar, ¿quieres venir y esperarme? — pregunto esperando que diga que no pero... —¿De verdad? wow sería un honor ser una de las chicas que han ido a tu casa familiar — dice y yo sonrío — Lamento decepcionarte Anthea, pero serás la primera a la que lleve — digo ofreciéndole el casco extra que está en el baúl de la moto — Toma — digo y ella lo toma, rápidamente me pongo el casco n***o y subo a la motocicleta. Ella sube sujetándose de mis hombros y acomodándose a mi espalda, sus brazos van pegados a la barra trasera de la moto, sonrío y acelero la motocicleta y hablando a través del casco — Sujetarme si no quieres caerte — digo y ella se acerca pasando sus brazos por la parte delantera de mi abdomen, siento sus pechos apretarse a mi espalda y su corazón latir con fuerza. — ¿Tienes miedo o estás nerviosa? — pregunto — La verdad es que no sé, ajajaj nunca había subido a una motocicleta a alta velocidad — dice con su voz perdiéndose con el viento. — No pasa nada, todo en la vida hemos pasado por primeras veces que nos atemorizan pero que al final nos recuerdan la realidad de estar vivos — digo — Vaya, si aplicarlas un poco de lo que dices te haría caso, pero vives muy diferente a como hablas — dice Aumento la velocidad al pasar por una avenida y tomo un atajo a la casa familiar, j***r sus palabras son ciertas como las mías también, pero no estoy dispuesto a darle la razón aún. Nos detenemos enfrente de la reja de la casa, Anthea baja de la motocicleta y retirándose el casco.. — WOW, ¿esta es tu casa familiar? — pregunta — Ehm, si, ¿por qué? — pregunto mirando la reja sin mucho asombro. — Jaja, por nada, ¿cuánto debemos caminar para llegar a la casa? — pregunta mirando el camino — Al menos una media hora, podemos bajar en la motocicleta, pw o parece que quieres caminar — digo son bajarme de la moto y volviendo a ponerme el casco — Ey, Ey, espera no puedes dejarme sola — dice caminando tras la moto,me detengo rápidamente y ella se pone el casco y vuelve a tomar su posición. Bajamos la curva larga para llegar a la casa familiar y dejo la moto justo fuera dejamos los cascos sobre los asientos de la motocicleta y entramos a la casa. — Eros, estás aquí — dice Vulcan saliendo a nuestro encuentro. Anthea lo mira como si le pareciese conocido y sonríe — Hola, soy Anthea, compañera de Eros, un placer — dice extendiendo su mano tomando por sorpresa a Vulcan. Vulcan me mira sin entender y le hago un gesto para que no la deje con su mano extendida — Un gusto Anthea, soy Vulcan, pero puedes llamarme Vul si gustas — dice, la mencionada me mira sorprendida — Wow, tus hermanos y tú ¿tienen todos nombres de dioses griegos? — pregunta. Vulcan me mira algo nervioso, se supone que en la actualidad las personas no deben saber que existimos en su propio mundo,pero de algún modo a mi, sí me gustaría que pudieran saberlo. — Si,así es — digo y entonces su cabello se suelta y un aroma muy común para mí se hace presente, Eon, aparece en la sala atraído por el aroma, yo atraigo a Anthea hacia mi y la abrazo, Don asiente con satisfacción y me hace un gesto para que le siga. Vulcan está algo abrumado por el aroma, y me hace un gesto para que le explique que pasa. — Clio — digo llamando a una de mis tías, quien vive temporalmente en nuestra casa — Oh, Eros, ¿que ocurre? — dice saliendo de la sala de juegos con un short corto y un top blanco — Por favor cuida de Anthea, mientras Vulcan, Eon y yo hablamos, es una aficionada a la historia griega — digo logrando que le brillen los ojos y busque a la chica. Anthea sonríe y Clio la sujeta del brazo arrastrándola al salón del que había salido. — No me mires así, Eon nos explicará todo — digo viendo la expresión de Vulcan y hacemos nuestro camino a uno de los despechos
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