— Álvaro… El aludido se acercó a ella con pasos rápidos y lo primero que quiso hacer fue abrazarla, pero dejó los brazos quietos a los costados, él había esperado encontrarse con la chica de quién se había enamorado en un pasado, por mucho tiempo pensó en este momento y en lo que haría, pero ahora que la tenía enfrente, nada le parecía lo bastante bueno. — Haz vuelto. — le dijo, y ella solamente asintió. — Pensé que no volvería a verte, ha pasado mucho tiempo. — Así es. El corazón de Samanta tembló de nervios, él seguía viéndose exactamente igual, sabía que en casi dos años no se podía cambiar demasiado, pero la realidad le pegaba como balde de agua fría. — ¿Vienes sola? — le preguntó, al tiempo que daba unos pasos hacia ella. — Sí. — Entiendo. ¿Cuánto tiempo planeas