Guardo mis pertenencias en mi taquilla y luego me siento en la banca al lado de los casilleros para así amarrar las agujetas de mis tenis blancos. Me siento molida e irresponsable, al haberme ido a tomar de la forma en que lo hice, cuando debía de trabajar al día siguiente. Hago una mueca de desagrado al sentir la forma en que mi cabeza palpita del dolor, la resaca es horrible, más cuando ni siquiera había logrado tomar ni una taza de café. —¿Escuchaste lo que le pasó a Anthony Green? —un par de enfermeras que entran a guardar sus pertenencias, hablan entre sí. —¡Obvio que sí! Ese tema es el boom del momento —ríe la otra al responder. Levanto una ceja a la vez de que finjo revisar mis zapatos para así continuar escuchando el chisme, aquello sonaba bastante interesante, más por la di