Dicen que a veces un recuerdo te puede perseguir y puede dejar huella por el resto de tu vida, o al menos eso fue lo que me sucedió a mi… Soy Elisa Campbell y esta es mi historia.
Después de que mi padre fuera a mi prisión pase muchos años tratando de olvidar los golpes y abusos de él. Con el tiempo el abogado de mi difunta abuela nos contactó a mi hermano y a mi diciéndonos que éramos los únicos familiares directos de ella y que por lo tanto éramos lo únicos que podíamos reclamar la herencia, a pesar de que nunca tuve la oportunidad de conocer a mi abuela vi una oportunidad en donde podía iniciar desde cero y olvidar todos los traumas del pasado.
Sin saberlo había heredado una gran casa en un vecindario de personas ricas en un pueblo llamado Westville que estaba a unos cuarenta minutos de mi antiguo hogar. Sin duda alguna este vecindario es el sueño de cualquier pareja recién casada, un lugar muy seguro con vecinos muy amigables… o al menos eso pensaba.
Mis vecinos de enfrente eran una feliz pareja de casados, Vanessa y Richard Wheigham, ambos eran muy amables conmigo y con mi hermano, pero en especial el señor Richard Wheigham.
Sin ser consciente pase de ser la nueva vecina de los Wheigham a ser la amante secreta de Richard Wheigham. Con el tiempo, todos nuestros encuentros casuales por la noche y nuestras notas debajo de la puerta salieron a la luz y todo el pueblo Westville empezó a llamarme “La zorra de Wheigham”
Unos días después de que nuestro secreto saliera a la luz Vanessa y Richard terminaron su relación y ella regreso a su país natal, pude haberme quedado con Richard y pudimos haber seguido con nuestras vidas, pero todo el pueblo me conocía por ser la zorra que rompió un matrimonio, estaba tan cansada de todo que había decidido mejor abandonar este maldito pueblo y regresar a mi antiguo hogar. Mi vida cambió por completo cuando la noche del 31 de octubre, en medio de la fiesta de Halloween, mientras mi hermano iba de casa en casa pidiendo dulces, lo perdí de vista por unos minutos y no lo volví a ver más. A pesar de que mi hermano se había perdido ante los ojos de todo el pueblo todas las personas dijeron no haber visto nada por todo el odio que me tenían.
Después de la desaparición misteriosa de mi hermano las únicas personas dispuestas a ayudarme a encontrarlo fueron la policía y Richard, gracias a los contactos de él en la policía descubrimos que esa no había sido la única desaparición en los últimos tres meses, habían más de 10 personas desaparecidas solamente en ese periodo y no había ningún culpable todavía, una semana después el cuerpo sin vida de una mujer apareció en las cercanías del pueblo, desde ese momento me di cuenta de que todos los habitantes de Westville pueden ser unos asesinos.
-No me culpes, porque el amor me volvió loca – dije mientras veía como toda la casa ardía en llamas.