—Se calmará—, dijo Levi, sentándose en su asiento habitual con una taza de café solo en la mano.
El estaba mirando a Ellie. Se acercó tanto que pensé que se me escaparía de los ojos. No estaba segura de este nueva persona. No estaba segura de nada más que de que el café olía como si los granos de café lloraran por haber sido tostados durante demasiado tiempo. Mis dedos se clavaron en la mesa; Necesitaba aferrarme a algo. Sentí como si mi cerebro fuera un pequeño bote en medio de una tormenta que se estaba divirtiendo demasiado sacudiendo el pequeño barco.
—Niña Cristine —.
Su apodo para mí la hizo quedarse quieta. Me quedé quieta. Me encontré mirando sus ojos plateados. El animal detrás de ellos era más evidente que antes. Ladeó la cabeza y me miró mientras yo observaba esa cosa detrás
