Él avanzó un par de escalones -Vamos a casa, Emira- dijo Jordan con las manos en los bolsillos. Ella hundió un poco más los hombres de ser posible. -{¿Por qué?- murmuró y él tomó aire. -¿Es obvio, no? Ambos necesitamos descansar, no podemos quedarnos aquí. Mírate, estás echa un manojo de nervios. -No, no digo eso- ella frunció el ceño mirando a la nada, sentía la presencia de Jordan, él se sentó en el escalón a su lado- ¿Por qué él habla así de mi madre?¿Por qué tu papá “tenía sus razones”?- lo miró con ojos vidriosos- ¿Por qué tú lo sabes todo, Jordan? Era hora de hablar con la verdad, él lo sabía y no podía seguir retrasando el asunto. Tenían casi un año de matrimonio y sí, de alguna forma, él se lo debía. -Mi padre… Él amó a tu mamá, mucho hasta donde sé- “Tanto que nunca pudo ama