-Yo también voy a empolvar mi nariz- dijo Clarissa con una sonrisa y siguiendo a Emira aunque ésta le llevaba varios metros de ventaja. -Oh, disculpen muchachos, qué inoportuno- el teléfono de Louis empezó a sonar y Jordan le hizo un gesto. -Atienda, por favor, debe de ser algo importante- el señor asintió y tomó la llamada poniéndose de pie para mayor privacidad. -¿Qué fue todo eso, Jordan?- Eduard pidió respuestas a su hijo al instante en el que su amigo se apartó. Él miró a su padre quién tenía el ceño fruncido. -¿El qué?- preguntó indiferente. -Sabes de lo que hablo. ¿A qué carajo juega tu mujercita?¿Por qué le preguntaste a Louis por el equipo para la chocolatera?¿Qué es lo que haces, Jordan?- insistió empezando a sentir sus orejas calentarse. Jordan sonrió burlón, le divertía e