2.

1668 Words
Alejandro Me tomas o dejas Me daña tu juego insensible Y ruego que quieras hablar, más nada me dices Mis manos hoy tiemblan Y muerdo palabras que solo te piden Que cambies la espera de amor imposible Tú que encuentras en mi calor Tú que tomas de mí lo mejor Tú escúchame por favor Silencioso amor, no rompas mi corazón   Acostumbrarme a estudiar no fue nada difícil, fue más sencillo de lo que habría pensado. La universidad sí era bastante exigente, pero uno podía adaptarse y eso sí, tocaba estudiar bastante, porque la carga académica era grande y notaba que todos se esforzaban bastante y a pesar de eso, muchos no lograban destacar por más que lo intentasen. Entre esos estaba Alejandro, uno de mis compañeros, el de pelo n***o que le dio curiosidad mis ojos, pero que después de eso, no volvimos a hablar en las siguientes semanas. Supe por Andrés Felipe, quién había estudiado con ellos en su escuela privada, una internacional por supuesto, que Alejandro era efectivamente hermano de la profesora que dicta fundamentos de economía y los dos, son hijos de un candidato que se va a lanzar a la presidencia en las próximas votaciones dentro de seis meses, el cual desconocía porque estando en la cárcel, es muy difícil estar pendiente de política y demás, pero eso quiere decir que viene de muy buena familia, aunque… no lo sé, supongo tenía una imagen estereotipada de la gente rica que era totalmente errada. Sí, se le notaba tonto en ciertos aspectos, inmaduro, mimado y demás, pero aun así, notaba que se esforzaba demasiado en estudiar, tanto que creo que se pasaba y aun así, no conseguía nada. Siempre que pasaba al tablero a resolver algún ejercicio de contabilidad, fallaba y se notaba que le frustraba demasiado, pero luego volvía a ofrecerse a pasar días después y volvía a fallar, lo cual no comprendía por qué sucedía, supongo debe ser algo lento para aprender. Alejandro como acabo de mencionar, viene de una familia vinculada directamente a la política, su padre es candidato presidencial con muchas expectativas a ganar, su madre está en el congreso, su abuelo también lo estuvo y sus tíos, todos, hacen parte de la política de algún modo y tienen mucho dinero que viene de años atrás. Es sabido que su familia viene del Líbano, de ahí sus rasgos tan marcados y aquí, son dueños de muchas cosas, de parte del sector de la salud, hotelero e incluso, su madre tiene varias marcas famosas de ropa, así que tienen dinero por donde venga, pero él, nunca ha trabajado en su vida, es difícil pedirle a un chico de dieciocho años y mimado, que haga algo útil, era bastante inmaduro, dedicó su vida entera a comprarse cosas, tiene autos miniatura de colección y ama viajar, siempre lo hace, pero va con algún amigo suyo, familia o algo así, porque nadie le ha conocido una novia antes precisamente por lo mismo, su inmadurez. Como aquí todos se conocen de niños, se sabe que él tardó más en desarrollarse o cambiar de pensamiento, jugó lo más que pudo, casi hasta los quince y de ahí en adelante, se metió de lleno a los videojuegos y ahora en la universidad, se espera que cambie, que madure, pero es muy posible que no lo consiga. Es básicamente un niño grande, el único entre su grupo de escuela y como todos ya lo conocen desde niños, les da igual, aunque está algo quedado en comparación con el resto, que tienen pareja, vida social más activa y demás, pero eso a él parece no importarle o al menos no hasta ese momento. Algo que me perturba y me incomoda, es que siempre que pasa a mi lado o está cerca, me mira y guiña un ojo, o sonríe, tal vez en su mundo cree que lo hace de forma seductora, pero no, da miedo y no me gusta, no sé cuál es su problema o si es que hace eso con todas las chicas viendo cuál cae, como que lanza la malla a ver a quién atrapa, pero conmigo esas cosas pasadas de moda no sirven. ¿A quién cree que puede conquistar guiñando un ojo? Es vergonzoso, muy del año 2000, me cae mal, me da ira de solo verlo. Es irritante y me da pena ajena de solo verlo. Su vida resumida de forma superficial había sido como conté, pero desde su punto de vista no era exactamente así. Él nació muchos años después de su hermana, fruto de un descuido letal, porque su madre estaba en campaña de la alcaldía cuando quedó embarazada y por eso tuvo que darse de baja unos años, en los que tuvo a su pequeño porque tuvo un embarazo complicado que casi la mata, tardó mucho en recuperarse de este porque le dio depresión post-parto y fueron varios años para que se recuperara, los cuales los “perdió” por completo o al menos así pensaba porque tuvo que descuidar su carrera por la que tanto había luchado, aunque vivían muy bien, el dinero jamás les hizo falta, pero vivía resentida, porque en ese momento, tenía las de ganar en las elecciones, pero al haber tenido un embarazo como el que comenté, perdió la oportunidad y ese hecho nunca lo superó, vivió lamentándose cada día por esto y es como si culpara a Alejandro por lo que pasó, aunque su padre no era exactamente así. No era del típico padre rico promedio que está ausente siempre por estar metido en el trabajo, era diferente y además, ninguno de los dos lo era, ambos estaban muy activos en su vida, pero de formas muy diferentes. Su padre sí tuvo cosas buenas, que siempre estuvo pendiente, lo quería, pero tal vez tanto amor, sumado a que era su primer hijo varón y al tener dinero, empezó a darle muchos lujos desde niño, escuelas privadas, chófer propio, autos, dinero y Alejandro nunca tuvo algún tipo de responsabilidad, solo debía mantenerse vivo, básicamente eso y nada más, fue bastante malcriado y de ahí venía su forma de ser, la inmadurez, lo mimado que puede llegar a ser y que creció en una burbuja, no conoce los problemas reales y puede llegar a ser muy impulsivo en casi todos los aspectos de su vida, pero algo que lo diferencia del resto de los niños ricos promedio colombianos, es que sí se esfuerza en estudiar, por iniciativa propia, pero jamás obtiene los resultados que espera, no es el peor estudiante, pero sí uno mediocre, cosa que molesta mucho a su madre por el promedio académico que tuvo en su momento la hermana mayor de Alejandro, ella se llama Catalina y ya está casada, tiene una niña pequeña y no se metió en el mundo de la política como esperaban todos, lo cual causó muchos conflictos entre ella y ambos padres, decidió ser docente a toda costa, pero para Alejandro esto no era una opción, después de esta carrera tenía sentenciado estudiar derecho y en un futuro, se espera que siga los pasos de sus padres y ya lo están instruyendo a esto, así que es muy probable que sea el próximo alcalde de la ciudad, gobernador o quizá de mayor, el presidente del país, no se sabe, pero de esa familia se espera cualquier cosa. Su relación con su madre era inestable, nunca fueron muy apegados precisamente por ella, que siempre estuvo distante de él y más, porque no fue igual de tranquilo que su hermana, dio mucha lidia hasta casi los dieciséis años, siempre fue muy inquieto, torpe y de niño era del tipo que debías perseguir para que no le pasara nada, aunque en la adolescencia poco cambió, se la pasaba haciendo deportes riesgosos con sus amigos de la escuela, en los cuales resultó con fracturas muchas veces y sí, se podía decir que era algo hiperactivo, no le gusta quedarse quieto y ni por más que intentó corregirlo unas mil veces no pudo y parecía no agradarle mucho, le tenía poca paciencia o ninguna, es por eso que apenas ingresó a la universidad, lo mandaron a uno de los apartamentos que eran propiedad de ellos y desde allí, vive solo con la empleada doméstica y el guardaespaldas que lo lleva a todos lados, pero a él no le agradaba en nada vivir de esa manera, lo hacía sentir triste y al ser tan mimado, extrañaba a sus padres, su habitación de la infancia y la vida que llevaba, esto fue un cambio brusco que se negaba a aceptar, es que se negaba a crecer, no iba al ritmo de sus amigos, que por supuesto, también se habían independizado al provenir de buenas familias, pero ellos tenían otras prioridades, como tal vez trabajar, salir con alguna buena chica y formalizar un noviazgo, pero a Alejandro estas cosas ni se le pasaban por la cabeza, cuando no estaba en clases, estaba siempre metido en su consola de videojuegos, pero ahora en la universidad, esa rutina cambió al vivir solo y tener digamos, un poco más de responsabilidades y esas costumbres que tenía, de permanecer encerrado a menos que saliera a jugar o pasar el rato con sus amigos, cambiarían en la universidad, pero no por él mismo, ni por los amigos, sus padres, ni nada. Todo cambiaría por una obsesión que empezaría a tener, lo cual no solo haría difícil su vida, sino también la mía, es que en realidad, todo se jodió con solo esa vez que me miró y desde allí, él se encargaría de hacer las cosas bien difíciles para todos.   ¿Será que si ese primer día de clases hubiese salido por otro lado o tal vez más tarde algo hubiese sido diferente? Porque al no habérmelo cruzado o más bien, que no me hubiese visto a la cara, creo que se podría haber evitado todo lo que empezaría a pasar, pero ya no podía hacerlo y todo estaba sentenciado a pasar.  
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