So freaking Wrong

9.

Planes estúpidos

Me encontraba en un apartamento del norte de una compañera que no conocía, es que en la universidad solo conozco a Andrés, al pelinegro y un poco a sus amigos, a nadie más, pero la profesora de inglés nos asignó un trabajo grupal en orden de lista, así que me tocó con personas que no conocía de nada, cinco compañeros, dos chicos y tres chicas, entre esas, Daniela, la dueña del lugar y también, la chica que Alejandro abrazaba el otro día, quién resultó ser bastante agradable, aunque eso sí, debe tener mucho dinero porque todo en su casa es inteligente, es decir, tiene tecnología propia.

Nos repartimos gran parte del trabajo y terminamos bastante rápido, no era que estuviera complicado y luego de eso, Daniela dijo que su empleada nos traería algo de almorzar especial que mandó a preparar para conocernos más, porque nadie era amigo de nadie aquí a pesar de que se conocían desde niños. Los chicos pusieron una música que desconocía, era algo como electrónica o algo así, no conozco ese género casi porque en el pueblo solo se escucha música colombiana, ritmos típicos y cosas así, pero a ellos parecía encantarles demasiado y solo me limité a escuchar, aunque no me agradase mucho lo que escuchaba.

Cuando comíamos pasó algo bastante curioso que me llamó la atención. Todos charlaban bastante de cosas casuales, nada importante así, estaban hablando sobre un concierto de cierto cantante, pero Daniela, no participaba de la conversación porque parecía bastante estresada con algo que veía en su teléfono, lo cual por supuesto no sabía qué era, pero en un punto, todos notamos esto, que se escribía con alguien que parecía tenerla estresada y no lo sé, tuve cierto presentimiento que rápidamente confirmé que era cierto.

-Maldita sea, ¡no me deja en paz!-Exclamó desesperada y todos la miramos confundidos, ¿qué carajos?

-¿Qué pasa? ¿a quién hay que matar?-Bromeé y ella me miró entre risas.

-El maldito de Alejandro, no me deja de escribir nunca, ¡me cae mal! Lo detesto.-Se quejó, evidentemente enojada y rodé los ojos. Bien, excelente.

-¿De qué tanto te escribe?-Preguntó Enrique, otro de los compañeros presentes.

-Es muy intenso, no me deja nunca, ni me deja respirar.-Dijo desesperada, entre risas y fruncí el ceño. ¿En verdad eras de esta manera siempre y no me di cuenta? Apenas me estabas terminando de agradar un poco cuando descubro que eres de esta manera. Seguro eres así con todas, usas la misma estrategia viendo a ver cual cae y no, en verdad te acabo de retirar los pocos afectos que te tenía, así que irritada, tomé mi teléfono, busqué su chat y bloqueé su contacto sin pensarlo ni un segundo, es que era inconcebible, no me iba a dejar embaucar de este timador que con todas es exactamente igual, eso sí que jamás y lo peor es que ni siquiera es alguien inteligente, ¿cómo se le ocurre coquetear con dos chicas que estudian con él al mismo tiempo? Es algo realmente estúpido, no sé por qué pude llegar a considerar que eras sincero cuando era obvio. Siempre lo supe, no te interesaba en lo absoluto, solo era un capricho que buscabas saciar, el salir con alguien, pero al menos conmigo no te resultó y con esta chica creo que menos porque parece detestarte, ni siquiera saber conquistar a alguien.

Me enojé tanto que incluso me dio un fuerte dolor de cabeza de esos que tardan mucho en quitarse. Siempre me pasa, cuando me enojo me da migraña y no entiendo por qué me pasa.

-Oye, ¿estás bien?-Preguntó otra de las compañeras y asentí. Miré la hora en mi teléfono, debía irme, tenía que ir a atender la finca, había descuidado mis ocupaciones mucho tiempo por hoy.

-Sí, pero… debo irme.-Dije mientras me levantaba.

-¿Por qué? es temprano aún, les iba a pedir que se quedaran a ver una película.-Dijo Daniela.

-Es que… tengo que trabajar, vivo en Salgar y mi casa es campestre, he descuidado mucho hoy a los animales y demás.

-Oh, ¡eso es genial! Deberías invitarme algún día.

-Claro, si quieres.-Me encogí de hombros y me acompañó hasta abajo. Me despedí y le agradecí por la comida. Luego esperé el autobús por unos minutos hasta que por fin pude tomar uno para regresar a casa.

Esa tarde fue muy complicada y todo por culpa de cierto pelinegro que al parecer, se niega a dejar en paz a las chicas, ¿cuál es tu problema? Al parecer, notó de inmediato que lo bloqueé de la app, porque empezó a mandarme mensajes de texto bastante seguidos, uno tras otro preguntándome por qué lo hice o pidiéndome directamente que lo desbloqueara. Incluso se disculpó muchas veces sin saber por qué lo había bloqueado y es que no, ni me tomaría el trabajo de decirle nada, detestaba a los que son de su tipo, siempre me han desagradado mucho y eso no va a cambiar, pero al ver que no dejaría de escribirme insistiendo en saber, tuve que incluso bloquearle los mensajes de texto y las llamadas, porque al quitarle la opción de enviarme mensajes de texto empezó a llamarme sin parar y tenía muchas cosas que hacer como para estar atendiéndole llamadas a seres inútiles como él, pero no tenía idea de lo perseverante que puede llegar a ser o no sé si insistente sería más la palabra, pero empezó a llamarme de otros números desconocidos sin parar y no tuve otra opción más que apagar mi teléfono toda la tarde y no volverlo a encender hasta el día de mañana, porque apenas lo vea, le voy a robar su teléfono y se lo voy a partir en sus narices, porque esto era inconcebible, ¿no planeas dejarme en paz? ¿crees que una persona civilizada haría esto? Si alguien no quiere hablarte, debes aceptarlo y ya, no entiendo cuál es tu problema o qué está mal en ti.

A la mañana siguiente, llovía un poco y era raro por las fechas, pero era un día agradable dentro de todo, creo que no hay nadie en el planeta al que no le gusten los días lluviosos, así que disfrutaba un poco del clima, cuando justo en la entrada, Alejandro me esperaba y no sé ni por qué no se me hizo extraño este hecho, era algo como que esperaba que sucediera. Ni bien se acercó a mí cuando pasé mi tarjeta para entrar, vi su teléfono en su mano y sin pensarlo ni un segundo, no lo dejé ni hablar cuando ya le había quitado su teléfono y lo arrojé tan fuerte al piso, que este se hizo pedazos y no conforme a esto, a pisadas confirmé que estuviese muerto del todo. Bien, supongo que con esto me dejarás en paz al menos un tiempo, pensé erróneamente.

-Irina… ¿por qué?-Preguntó desconcertado y fruncí el ceño ante esa pregunta tan cínica.

-¿Por qué? ¡ayer me acosaste todo el día! Tienes suerte de que haya sido el teléfono el que aventé al piso y no a ti.

-El teléfono no me importa, tengo cuatro, pero… ¿por qué me bloqueaste?-Preguntó preocupado y por la expresión de su rostro, por poco me creo que es en serio.

-Porque sí y déjame en paz.-Me quejé e intenté irme, pero no, no lo iba a permitir así de fácil.

-Oye, ¿por qué? hemos hablado todos estos días bien y me gusta eso, la rutina de hablarte y sentarme a tu lado, ¿ya no puedo hacerlo?

-Preferiblemente no lo hagas.

-Pero, pero… me arruinas los planes.

-¿Cuáles planes?-Pregunté confundida y él hizo pucheros, cual niño gigante.

-De que seamos novios.

-Oye.

-Sí, ¿quieres perder la oportunidad de ser mi novia? Mira que si nos va bien de novios, hasta te hago un hijo y con mi rostro y mis genes, de seguro te sale bonito.

-¿Es en serio?

-Sí, incluso, si aceptas ser mi novia ahora, te puedo pasar una mensualidad de un millón mensual, sé que puede ser poco al principio, pero te aumento un millón al mes viendo cómo te comportes.

-En verdad eres de no creer.-Dije desconcertada y él sonrió, halagado.

-Lo sé, lo soy. Entonces… ¿aceptas ser mi novia, bebé?

-¡No!

-Oye, está bien, no me gusta ser tacaño. Te paso dos millones al principio y te pongo un escolta y un plan de teléfono, ahí sí que no podrás negarte.

-Si quieres pagar por una novia, ¿por qué no te buscas una de las cariñosas?

-¿Cariñosas?

-¡Prostitutas! Ella sí que estarían contestas con dejar que las compres, pero yo no y espero nunca te me vuelvas a acercar, eres de lo peor.-Dije mientras me alejaba y él me miraba aún sin creer que lo había rechazado. No puedo creer que exista gente como él con tanta falta de sentido común, ¿qué le pasa? ¿será que lo patearon en la cabeza de niño o nació por el trasero? Porque no hay otro motivo para que sea tan incoherente, está jodido de la cabeza.