CAPÍTULO VEINTE
Gwen se quedó ahí, afuera de la Casa de los Eruditos y vio como Thor desaparecía una vez más, cabalgando por el horizonte, con sus miembros de La Legión. Una vez más, sintió un nudo en el estómago. Ella no tenía la misma sensación de desesperación que sintió cuando él se había ido a Los Cien; era diferente, puesto que por lo menos esta vez, volvería pronto a casa, y esta vez no estaba arriesgando su vida en un lugar peligroso, sino simplemente ayudando a las aldeas a reconstruir las casas. También estaría rodeado de amigos leales, y ella se sintió segura de que él estaría a salvo; y ella, por su parte, tenía a Krohn a su lado, tenía el castillo de su madre para ocultarse y tenía a los otros soldados detrás de ella, que al menos ahora eran conscientes de la profundidad de l
