CAPÍTULO DIECISÉIS Thor paseó con Gwen de la mano por los prados en la luz temprana de la mañana; Krohn a su lado, de regreso al castillo de su madre. Había sido una noche mágica, más allá de sus sueños más salvajes. Él nunca había despertado sintiéndose tan tranquilo, tan contento, tan en paz con el mundo. Sentía como si hubiera encontrado su lugar en el mundo, al lado de Gwen, y nunca quiso estar en otra parte. No le importaba a donde la llevara ella, a dónde podrían ir, siempre y cuando estuvieran juntos. Thor también se sintió inmensamente relajado después de finalmente haber tenido una buena noche de descanso. Había pasado muchos días de pie, de batalla, de montar a caballo, y sintió como si fuera la primera vez que había dormido en un mes. Tuvo sueños extraños durante toda la noche