—«Esto sí que es un paisaje majestuoso; este Ángel cayó del cielo, justo delante de mis ojos, con gusto me lo llevaría a mi casa para cuidarlo», pensó Lauren, viendo a un joven musculoso que viene por el pasillo del supermercado, donde estaba trabajando como cajera. Se quedó como hipnotizada mirándolo con ojos de deseo, viéndolo como se aproximaba, a donde ella estaba ; «esto es un es un regalo del cielo» pensó mientras mordía sus labios. —Buenos días, ¿no encontró lo que buscaba, amigo? —Le pregunta con una sonrisa muy sensual, al ver que no traía nada en las manos— ¿puedo ayudarle? —Ya me ayudo señorita, acabo de encontrar lo que buscaba —le dice el mirándola profundamente a los ojos —¿Qué puede ser eso? —pregunta ella, turbada, sintiendo aquella mirada insistente sobre ella. —