—¿Así es como recibes a tu madre, hijo? Emmanuel se tensó al sentir su abrazo. Rodó los ojos, y rompió el abrazo con rapidez —¿Qué haces en México? La mujer sonrió. —Vine a visitarte, en realidad, estoy indignada, ¿Te casaste? ¡No me invitaste siquiera! Los ojos de Emmanuel la miraron casi pequeño, tuvo un presentimiento, dio un paso atrás, y tomó la mano de Camila. —Me casé, ella es mi esposa, Camila Harp, mi amor, esta mujer es mi madre, Ivana Sahagún. Camila se quedó perpleja, luego sonriò. —Mucho gusto, es un placer conocerla, suegra —dijo dudosa de la última palabra. La mujer alzó la barbilla, en un claro gesto altivo, luego la barrió con la mirada. —Vaya, veo que elegiste a una mujer hermosa, joven y carismática, ¿Qué edad tienes, hija? Camila se tensó. —Veintiocho años