Camila decidió que el jueves no iba a trabajar, quería arreglarlo todo, era el cumpleaños de Lisy, iban a hacer una fiesta en la casa del lago, le gustaba mucho ir ahí en sus cumpleaños, querían festejarlo, como un homenaje a su vida. Ralf ayudaba a Camila, había horneado un delicioso pastel. —Es hermoso —dijo Camila con un nudo en la garganta. Ralf asintió. —¿La querías mucho? Ralf tenía ojos cubiertos de lágrimas. —Era la niña màs bella del mundo, no es solo porque la vi desde bebé, era dulce, era tierna, era buena su corazón, era tierra fértil para el amor y la inocencia, perderla fue como dejarnos en la sequía, ella no heredó nada de su malvada madre. Camila le dio un abrazo y Ralf sollozó en sus brazos, luego se alejó. —Lo siento, señora Harp, necesitaba sacar un poco de mis