Camila y Emmanuel bajaron del escenario. —Bienvenidos a nuestra fiesta —dijo Camila. Ella llevó a su esposo a un lado. —Algo están planeando, ¿verdad? —preguntó Camila —Puede ser, pero no les des importancia, bailemos. Camila bailó con su esposo, mientras sentían esa mirada, Fernando y Estefanía no quitaban sus miradas de ellos, pero no parecía importarles. —¿De verdad serás capaz de entregar la información de la empresa Harp? —Claro que sí, hay un hombre, Ernesto Sahagún, odia a Emmanuel, porque le robó hace años el primer lugar en el sector de la moda y lujo. Sé que él quiere arruinar a Emmanuel, y yo le ayudaré, si Emmanuel me hubiese dejado mi puesto de CEO, y hubiera aceptado nuestro matrimonio y felicidad, yo lo hubiera dejado en paz, pero, eligió el camino de la guerra, de