ABIGAIL
Trato de mantenerme calmada cuando soy consciente de la horrible imagen en frente de mí, pues no sólo está Ezra sentado en el sofá de la sala de Alec, sino que Chloe está sentada en su regazo, diciéndole cosas al oído y sonriendo como tonta, la imagen me revuelve el estómago y casi estoy a punto de dar media vuelta para salir por el mismo lugar por el que entré, pero la voz de Alec me hace quedarme de pie en donde estoy, recordando la razón principal por la que vine aquí en primer lugar.
“¡Abby, viniste!” él me dice bastante emocionado y yo le sonrío de vuelta.
“¡Feliz cumpleaños, Alec!” le respondo, mientras le doy la consola envuelta en papel regalo, y escucho algunas risitas en la sala, pero trato de ignorarlas, pues tan pronto como entré a la casa me dí cuenta que nadie traía regalos, y que no hay un sitio especial para dejarlos; no obstante, el rostro de Alec se ilumina de inmediato y sin esperar medio segundo, rasga la envoltura y sus ojos se abren con sorpresa.
Escucho con satisfacción como las risitas de burla se transforman de a poco en murmullos de asombro, y en menos de un segundo un pequeño grupo de chicos están rodeando a Alec tratando de ver de cerca la consola, y cuando miro alrededor noto que Ezra tiene una mirada casi asesina en el rostro mientras mira el regalo en manos de Alec y luego a mí con una expresión difícil de descifrar, pero que casi parece envidia.
“¡Wow, Abby, esto es genial! No tenías por qué molestarte, la mayoría solo trajo su propio trago y ya está,” Alec me dice, aún sorprendido por el objeto en sus manos.
“¿No te gustó?” le pregunto y él asiente de inmediato.
“Claro que sí me gustó, me encantó, de hecho, es el mejor regalo de cumpleaños que me han dado, pero esto cuesta una fortuna, Abby,” él me responde.
“Y sé de buena fuente que están agotados en todas las tiendas,” uno de los chicos interviene.
“Es cierto, mi hermano trabaja en la tienda Graham del centro y me dijo que se agotaron en un par de horas,” otro chico dice con asombro.
“Bueno, ser la hija de los dueños trae sus ventajas, ¿no es así?” Escucho a Chloe decir desde el sillón y casi quiero insultarla por el tono burlón que usa, pero prefiero ignorarla, y cuando ya me estoy sintiendo incómoda con la atención, siento una mano en mi hombro y cuando me giro veo a Emma sonriéndome con su bonito rostro moreno enmarcado por el cabello rizado más perfecto que haya visto en mi vida, casi me da envidia por mi cabello liso.
“Vamos por un trago,” ella me dice con una sonrisa amable mientras me guía hacia la cocina.
“No puedo beber alcohol, recuerda que soy menor de edad,” le digo con tono tenso mirando hacia mis guardaespaldas con la esperanza de que Emma capte mi mensaje, y ella de inmediato mira hacia Al y Charlie, demorándose un poco de más en Charlie, quien de inmediato se sonroja.
“Oh, no te preocupes, te haré un coctel sin alcohol,” ella me dice, guiñándome un ojo y luego empieza a rebuscar en la nevera, se acomoda en el mesón de la cocina de espaldas a nosotros y empieza a mezclar cosas, cinco minutos después, ella me da un vaso rojo y luego le da un vaso a Al y otro a Charlie, quienes la miran con desconfianza, entonces ella rueda sus ojos y les dice:
“No tienen alcohol, no se preocupen,” así que ellos reciben los vasos y le dan un sorbo a la bebida, luego Al asiente con aprobación y ella me lanza una mirada cómplice.
Y cuando pruebo mi bebida, casi me atoro con ella al sentir el fuerte sabor a alcohol, pero me recompongo rápidamente para guardar las apariencias y le sonrío a Emma, quien parece bastante satisfecha con su truco, así que ella me guía de vuelta a la sala en donde Alec y los otros chicos están probando la consola, mientras otros están bebiendo, bailando o besuqueándose en un rincón, y para mi desgracia, Ezra está entre el último grupo.
Trato en vano de que mi mirada no se desvíe hacia el rincón en donde Chloe está sentada sobre una mesa y él está de pie en medio de sus piernas, las cuales están envueltas en su torso, mientras ambos parecen estar compitiendo por quien mete la lengua más adentro de la garganta del otro, y yo siento mis ojos llenarse de lágrimas por un momento, así que desvío la mirada rápidamente y noto a Emma mirándome con un destello de lástima.
“Pensé que los rumores no eran ciertos, tú misma dijiste que no, pero tu expresión me dice lo contrario,” ella me dice en voz baja para que solo yo la escuche.
“No te preocupes, no tienes que hablar de eso si no quieres, pero tampoco le puedes dar la satisfacción de que te vea ponerte mal por él y esa tonta, demuéstrale que no tiene ese efecto sobre ti, trata de parecer feliz y despreocupada frente a él, así no sea eso lo que realmente sientes y ya verás como eso tiene un mejor resultado que hacer carita de cachorro triste cada vez que lo ves,” ella me dice mientras me da una palmadita en la espalda, y yo asiento, pero no me siento en capacidad de abrir la boca ni siquiera para responderle, porque siento que empezaré a llorar en cualquier momento.
“Abby, ven, juega conmigo,” Alec me dice y estira su brazo hacia mí, así que tomo su mano y lo dejo que me guíe hacia el sofá, en donde los demás se hacen a un lado rápidamente para dejarnos espacio a los dos, y aún así quedamos sentados tan juntos que es casi imposible que la mitad de nuestros cuerpos no se toquen.
Luego Alec se gira hacia mí y me pone las gafas de realidad virtual con cuidado, luego mueve mi cabello de mi rostro y lo pone detrás de mis orejas con suavidad para ponerme los audífonos, y lo último que veo antes de que él ponga los lentes de las gafas sobre mis ojos, es la expresión molesta de Ezra, quien por un momento para de besar a Chloe para poner atención a lo que pasa en este lugar de la sala.
El juego es uno de búsqueda del tesoro en una mansión embrujada, por lo que en varios momentos de la partida no puedo evitar gritar de miedo o tomar a Alec por el brazo, quien es el único que puedo ver con las gafas puestas, o esconderme detrás de él, y soy vagamente consciente de las risas, los comentarios o los aplausos de las personas que están en la sala viendo el juego en la pantalla del televisor, pero trato de concentrarme en el juego, el cual debo decir que es bastante bueno, y hago una nota mental de felicitar a mis padres por el éxito que ha tenido.
Cuando llegamos a la recta final del juego, el monstruo al final del pasillo que aparece de repente, se siente tan real que me hace pegar un grito y aferrarme a Alec de inmediato, y él me conforta con una mano, mientras con la otra lucha con el monstruo, luego él me dice “Abby, el tesoro está al fondo del pasillo, tómalo,” y yo lo suelto para ir por el tesoro, lo cual hace que ganemos la partida.
Y al girarme para mostrarle el tesoro a Alec, él ya está junto a mí y se inclina para besarme, pero esta vez no me muevo, ni me echo hacia atrás, sino que le devuelvo el beso mientras escucho algunos aplausos alrededor, y es allí cuando soy consciente de que no estamos solos en la vida real como lo estábamos en el juego, así que me separo de Alec levemente y levanto mis gafas con lentitud mientras trato de reprimir el deseo de esconder mi cabeza en la tierra al darme cuenta que todos en la sala nos están mirando con la boca abierta, a excepción de Ezra quien tiene una expresión dolida en el rostro, y de Chloe quien parece molesta porque Ezra ya no está parado en medio de sus piernas, sino tan solo a unos pasos de mí, y aunque sé que está mal usar a Alec de esta forma, entrecierro los ojos hacia Ezra, recordando sus duras palabras de esta tarde y luego me inclino hacia Alec para besarlo nuevamente.